En un mundo donde los vehículos son casi una extensión de nosotros mismos, conocer las particularidades del aceite de motor es fundamental para el mantenimiento óptimo de nuestro coche, y el cambio de estación es un aspecto crucial que no debemos pasar por alto. En verano, las elevadas temperaturas requieren características específicas del lubricante para proteger el motor, mientras que en invierno, el frío exige cualidades distintas para asegurar el arranque y funcionamiento adecuado del motor al igual que su protección. Veamos cómo estos cambios climáticos afectan nuestras decisiones sobre el aceite de motor y si es posible o no utilizar el mismo producto durante todo el año.
EL ABC DEL ACEITE DE MOTOR: ENTENDIENDO LA VISCOSIDAD
La viscosidad es la resistencia de un líquido a fluir y es, sin duda, la característica más relevante del aceite de motor. La notación de viscosidad, como por ejemplo 10W-30, que a menudo vemos en los envases de aceite no es más que un indicador del comportamiento del aceite a diferentes temperaturas. El primer número, seguido por la letra «W» (de Winter, invierno en inglés), nos habla de cómo fluye el aceite en condiciones frías. Un número menor indica mejor fluidez en bajas temperaturas. El segundo número después del guión indica la viscosidad del aceite a temperaturas del motor de funcionamiento normal; un número más alto significa que el aceite mantendrá mejor su película protectora en altas temperaturas.
Una de las preguntas más comunes que los conductores se plantean es si debe cambiar el aceite de su vehículo con la llegada de cada nueva estación. Históricamente, era común cambiar a un aceite de invierno y otro de verano, pero con el avance de la tecnología en lubricantes, hoy en día existen aceites multigrado que pueden proteger el motor de manera eficiente durante todo el año.
INVIERNO VS. VERANO: ¿UN ACEITE PARA TODAS LAS ESTACIONES?
Gracias a los avances en la formulación de aceites, muchos fabricantes han desarrollado aceites «todo tiempo» o multigrado. Estos productos están diseñados para ofrecer rendimiento y protección, tanto en los fríos picos del invierno como en el calor abrasador del verano. No obstante, es vital leer el manual del usuario de tu vehículo para conocer las especificaciones recomendadas por el fabricante.
El manual de tu coche te dirá exactamente qué tipo de aceite necesita tu motor, incluyendo el grado de viscosidad adecuado para un rendimiento óptimo en función de las condiciones climáticas donde sueles conducir. Aunque estos aceites multigrado han simplificado las cosas, todavía hay situaciones en las que podrías considerar un cambio estacional del aceite. Por ejemplo, si regularmente enfrentas condiciones extremas, como temperaturas consistentemente por debajo del punto de congelación o calor extremadamente alto, podrías beneficiarte de aceites formulados específicamente para esas situaciones.
La frecuencia con la que cambias el aceite también puede verse afectada por tus hábitos de conducción. Los viajes cortos, donde el motor no alcanza su temperatura operativa óptima, pueden acortar la vida útil del aceite. Lo mismo ocurre con los ambientes muy polvorientos o las conducciones altamente deportivas, que llevan al aceite a degradarse más rápido de lo normal.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA UNA ELECCIÓN ACERTADA
Para tomar una decisión informada sobre el aceite de motor, en primer lugar, revisa el manual de tu vehículo y sigue las recomendaciones del fabricante. Aunque los aceites multigrado son versátiles, recuerda que los extremos climáticos podrían justificar el uso de productos especializados. No te guíes únicamente por la temperatura exterior; considera también el comportamiento de tu vehículo en condiciones específicas.
Si decides optar por un cambio dependiendo de la estación, asegúrate de hacerlo de manera oportuna. Un cambio a un aceite de invierno antes de la llegada del frío puede asegurarte un arranque más suave en las mañanas heladas. Por otro lado, cambiar a un aceite más grueso cuando se acercan tiempos de calor ayudará a mantener la protección del motor cuando más lo necesita.
Aprovecha los recursos a tu disposición, como las hojas técnicas de los productos o asesoramiento profesional en tu taller de confianza. Y más allá del tipo de aceite, maintenance es clave: revisar regularmente el nivel de aceite y cambiarlo según las indicaciones del fabricante es esencial para alargar la vida de tu motor.
Finalmente, no descartes el uso de aceites sintéticos. Aunque su precio puede ser más elevado que los aceites minerales, su mayor resistencia a la oxidación y mejor fluidez en temperaturas extremas pueden traducirse en un ahorro a largo plazo, al reducir el desgaste del motor y extender los intervalos de cambio de aceite.
AVANCES TECNOLÓGICOS QUE REVOLUCIONAN LA LUBRICACIÓN
El mercado de lubricantes ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas, elevando las expectativas de rendimiento. Los avances tecnológicos han permitido la creación de aceites de motor con aditivos que mejoran sus propiedades, como estabilizadores de viscosidad, detergentes, antioxidantes, y mejoradores del índice de viscosidad. Estos aditivos no solo combaten la degradación del aceite, sino que también contribuyen a mantener limpio el motor, extendiendo su vida útil y optimizando su rendimiento.
Además, la llegada de aceites sintéticos y semisintéticos ha marcado un antes y un después en la adaptabilidad de estos productos a diferentes condiciones ambientales. Los aceites sintéticos, en particular, son diseñados para funcionar en un amplio rango de temperaturas, ofreciendo una mejor protección en el arranque en frío y una resistencia superior a la oxidación a altas temperaturas.
Los fabricantes de vehículos, en respuesta a las normativas ambientales más exigentes, requieren lubricantes que soporten los sistemas de post-tratamiento y contribuyan a la reducción de emisiones. Así, se han desarrollado aceites de baja viscosidad que ayudan a mejorar la eficiencia de combustible, algo crítico en la era de la sostenibilidad y la eficiencia energética.
LA IMPORTANCIA DE LA NORMATIVA Y CERTIFICACIONES
El conocimiento de las normativas y certificaciones es crucial para tomar la decisión adecuada en cuanto al aceite de motor. Organizaciones como la Society of Automotive Engineers (SAE), la American Petroleum Institute (API) y la European Automobile Manufacturers Association (ACEA) establecen normas y especificaciones que garantizan la calidad y adecuación de los aceites a diferentes exigencias mecánicas y climáticas.
La calificación API, por ejemplo, se representa con letras como SN, SM, SL, que indican la calidad y el tipo de servicio para el que está diseñado el aceite. Cada nueva letra sugiere un avance respecto a los requisitos de rendimiento. Las especificaciones ACEA, por otro lado, ofrecen una guía más específica relacionada con el desempeño en motores europeos que, a menudo, tienen diferentes necesidades debido a los estilos de conducción y diseños de motor.
Conocer y entender estas normativas te permitirá tomar decisiones más informadas y asegurarte de que el aceite que estás utilizando en tu vehículo es el más apropiado para el mismo, sin importar la estación del año.
ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO Y MEDIO AMBIENTE
En un contexto global marcado por el cambio climático, es indispensable considerar el impacto ambiental de los aceites de motor. La industria ha reaccionado desarrollando lubricantes que no solo protegen el motor, sino que también minimizan el impacto sobre el medio ambiente.
Los aceites de motor ecológicos tienen como objetivo reducir la fricción y, por ende, la emisión de gases de efecto invernadero. Algunos están formulados con bases bioquímicas que son más biodegradables y menos tóxicas. Estos aceites también están diseñados para proteger el motor en un amplio rango de condiciones ambientales, lo que los hace adecuados para su uso durante todo el año.
La evolución de las fuentes de energía para vehículos, incluyendo la electrificación y los híbridos, también conlleva un rediseño en los lubricantes que estos motores necesitarán. Los aceites tendrán que adaptarse a los nuevos materiales, temperaturas y regímenes de operación de estos motores avanzados.
En conclusión, escoger el aceite de motor adecuado es más que una simple decisión basada en la estacionalidad. Involucra comprender los avances tecnológicos, las normativas y certificaciones relevantes, y las implicaciones medioambientales. Al hacerlo, no solo garantizas la funcionalidad y prolongas la vida de tu motor, sino que también contribuyes al cuidado del entorno y afrontas los desafíos que nos impone el cambio climático de manera responsable y adecuada a los nuevos tiempos. Con la entrada en juego de aceites más sofisticados y personalizados para las demandas actuales de los motores y el entorno, los conductores pueden sentirse más seguros y satisfechos con su elección, independientemente de que las temperaturas suban o bajen.