Con el McLaren GTS, la firma inglesa culmina el proceso de actualización y reestructuración de su gama, que queda compuesta ahora por este modelo, el 750S que hemos tenido la ocasión de probar (disponible tanto Coupé como Spider) y el Artura, un híbrido enchufable. En el caso del recién llegado, comparte plataforma y muchos elementos mecánicos con el 750S, si bien tiene un planteamiento más orientado al confort y a la practicidad.
Respecto a su antecesor, el GT, el McLaren GTS presenta cambios de diseño en el frontal, con una nueva sección inferior del paragolpes delantero, además de contar con unas tomas de aire más pronunciadas y anchas para canalizar más aire hacia el sistema de radiador del coche. En las defensas traseras, unas nuevas tomas de aire más altas, también disponibles en fibra de carbono brillante, se sitúan en los flancos del coche y permiten un mayor flujo de aire hacia el motor.
En la parte trasera los cambios son mucho menos visibles, entre los que cabe destacar un nuevo difusor. Además, la denominación del modelo aparece debajo del nombre de la marca; este logotipo también aparece en las puertas, junto a las ruedas delanteras. Entre las opciones se puede elegir un paquete de carbono para los bajos de la carrocería, que abarca el difusor delantero, los faldones laterales y la parte inferior y el difusor del paragolpes trasero.
En lo que respecta al chasis, el McLaren GTS se fundamenta en un monocasco MonoCell II-T de fibra de carbono, que hace gala de una estructura robusta y ultraligera y de la rigidez que exige un supercoche de la marca británica. Su techo de composite de serie está fabricado con fibra de carbono reciclada, una de las muchas soluciones de ahorro de peso en la construcción del GTS que contribuyen a optimizar las prestaciones y la dinámica del vehículo.
De serie, la suspensión es adaptativa y cuenta con control proactivo de la amortiguación. La altura libre al suelo de 110 milímetros puede aumentarse hasta 130 mm mediante la función de elevación del vehículo. Mejorado con respecto al sistema del GT, el elevador del vehículo del GTS puede ahora subir o bajar el morro en sólo cuatro segundos, dos veces más rápido que antes.
No obstante, lo que diferencia al GTS, y antes al GT, del resto de la gama es la estructura superior trasera de fibra de carbono integrada en el diseño del chasis monocasco que permite crear un amplio y versátil maletero detrás del habitáculo. Este espacio tiene una capacidad de 420 litros con acceso a través de un portón trasero de cristal con bisagras frontales que se acciona eléctricamente e incorpora una función de cierre suave. A ello se suma el hueco de 150 litros bajo el capó delantero.
El McLaren GTS ofrece la mejor relación peso-potencia de su clase
Aun con su enfoque práctico, el McLaren GTS no deja de ser un superdeportivo en mayúsculas. No en vano, el motor V8 M840TE de 4,0 litros con doble turbocompresor es el mismo que se emplea en el 750S, aunque con una potencia más comedida: 635 CV a 7.500 rpm, 15 CV más que en el GT. La función Launch Control es de serie; cuando está activada, el GTS alcanza el 0 a 100 km/h en sólo 3,2 segundos y el 0 a 200 km/h en 8,9 segundos; la velocidad máxima se establece en 326 km/h. Con sólo 1.520 kg (DIN), el GTS es el coche más ligero de su clase y tiene la mejor relación peso-potencia del segmento, con 418 CV por tonelada.
El GTS tiene una transmisión SSG de siete velocidades que facilita unos cambios suaves, fluidos y rápidos en el modo Confort por defecto desde el arranque, garantizando una aceleración relajada aunque enérgica. Además, el conductor puede mejorar su experiencia con otros dos modos de conducción (Sport y Track) a través del panel Active Dynamics.
La configuración del sistema de dirección electrohidráulica y el potente sistema de frenos cerámicos de carbono son exclusivos del GTS. Estos elementos optimizan la posición central del motor V8 y la estructura ligera del coche para ofrecer una auténtica experiencia de conducción de superdeportivo, en la que se da prioridad al equilibrio y la agilidad, pero sin renunciar al confort y la calidad de marcha cuando ello resulta beneficioso.
El McLaren GTS está equipado con discos de freno carbocerámicos de 390 milímetros delante y 380 mm detrás, todos ellos de carbono-cerámica. Con unas ligeras pinzas de aluminio de seis pistones (cuatro pistones en la parte trasera), el sistema de frenado ofrece un tacto y unas prestaciones inmensas, capaces de detener el coche desde 100 km/h en solo 32 metros.