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El primer coche de Ferdinand Porsche sale de paseo

Corría el año 1920 cuando Ferdinand Porsche se convertía en el Director General del fabricante de automóviles Austro-Daimler en Wiener Neustadt, a unos 60 kilómetros al sur de Viena. Su objetivo era demostrar al mundo entero que sería capaz de desarrollar un sencillo y modesto vehículo que fuera capaz de plantar cara en competición a las criaturas más potentes y grandes de la época. En ese mismo momento comenzó a forjarse la leyenda de Ferdinand Porsche en la búsqueda de conseguir la máxima velocidad en un vehículo pequeño, ligero y asequible.

Porsche presentaba su ambiciosa idea con el piloto Alexander Joseph Graf Kolowrat-Krakowsky, más conocido como Sascha. Para vender la idea a la junta directiva de Austro-Daimler, financió la producción de cuatro vehículos de carreras, llamados ADS-R.

Porsche plantaba cara a coches más potentes con su Sascha

Sin embargo, aquellos vehículos fueron bautizados con el nombre de ‘Sascha’, que se plasmaba en sus grandes parrillas delanteras. Tras esa parrilla Ferdinand Porsche se decantó por un sencillo motor de cuatro cilindros en línea, una configuración muy diferente a la de sus futuros e icónicos motores bóxer. Los Austro-Daimler ADS-R tenían un bloque de 1.1 litros capaz de generar 50 CV de potencia a 4.500 rpm. Cifras modestas para los tiempos que corren, pero hay que recordar que los vehículos ideados por Porsche buscaban la máxima ligereza con un lastre de solo 598 kilos. De ahí que estas máquinas pudieran alcanzar velocidades de hasta 144 km/h.

Para demostrar el potencial que escondían estos Austro-Daimler ADS-R, Porsche y Kolowrat-Krakowsky consiguieron llevar tres unidades a la Targa Florio de 1922, donde dos unidades consiguieron acabaron en primera y segunda posición de su categoría, mientras que el tercero finalmente tuvo que abandonar por un problema en su mecánica. Pero Porsche también llevó a aquella Targa Florio una unidad aún más particular de su Austro-Daimler ADS-R, que estaba equipada con un motor 1.5 y disputó la ‘categoría abierta’, donde plantó cara a vehículos hasta cinco veces más poderosos que él, acabando en el puesto 19 de la general.

Los ADS-R debutaron en la Targa Florio de 1922

1922 Austro-Daimler ADS-R Porsche. Imagen carrera.

Tal fue el revuelo que Porsche desató con sus ‘Sascha’ que los medios italianos apodaron a estas criaturas la ‘revelación de la Targa Florio’. A lo largo de su historia disputaron un total de 52 carreras, ganando 22 de las mismas. Lamentablemente, a pesar de los éxitos cosechados en competición, la junta directiva de Austro-Daimler decidió no llevar a la producción esta criatura por razones financieras.

Uno de los Austro-Daimler ADS-R que fueron fabricados acabó en la colección de vehículos clásicos del Museo Porsche, cuyos responsables, con Jan Heidak a la cabeza, han decidido sacarlo ahora a pasear por las calles donde este ilustre vehículo nació hace más de 100 años en Wiener Neustadt.

Uno de ellos se conserva en el Museo Porsche

1922 Austro-Daimler ADS-R Porsche. Imagen movimiento.

Según apunta Jan Heidak, este Austro-Daimler ADS-R “Sigue siendo muy divertido. Puedes sentir cada vibración. Escuche cómo funciona el motor. No hay dirección asistida, por lo que necesitas mucha fuerza y sensibilidad”. “Sascha fue construido para otras superficies de carreteras. De hecho, tenemos demasiado agarre, somos demasiado rápidos y tenemos mucha fuerza”.

Junto a Heidak acompaña a este ilustre vehículo Kuno Werner, quien se encargó de la restauración del vehículo cuando pasó a formar parte del Museo Porsche. Y aunque Sascha es anterior a la firma de Zuffenhausen, los trabajos realizados en él proporcionaron algunas revelaciones para el equipo del museo.

A partir de ahora Sascha saldrá más veces de paseo

1922 Austro-Daimler ADS-R Porsche. Imagen exterior.

“Cuando empezamos, no sabía mucho sobre Sascha”, dijo Werner. “Para mí, la historia de la empresa comienza más tarde. Pero es interesante cuando profundizas en la historia de la empresa y descubres muchas cosas con las que ya estás familiarizado en otros vehículos”.

Ahora que ha sido completamente restaurado y que hay miembros del personal que saben cómo mantenerlo en funcionamiento, el Museo Porsche llevará el Sascha a más eventos como símbolo de las raíces de la empresa.