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Mercedes Concept EQG. El Clase G eléctrico

Mercedes acaba de sorprender al mundo con su nuevo Concept EQG, un anticipo del que será el Clase G completamente eléctrico. A nivel estético, este Concept car asume las formas inconfundibles de la Clase G y las mezcla con diferentes elementos de diseño típicos de los modelos con propulsión exclusivamente eléctrica.

El estudio cercano a la producción en serie asume de la Clase G la silueta angular, incluyendo algunos de sus elementos más emblemáticos. Las bandas luminosas subrayan ópticamente los listones protectores exteriores. En lugar de la parrilla típica de las versiones con propulsión convencional, la variante con propulsión eléctrica incorpora una calandra del radiador con superficie homogénea en negro profundo.

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Este Concept EQG se beneficia de unas llantas de aleación de aluminio pulido en diseño exclusivo y formato de 22 pulgadas. Además, en lugar de la cubierta habitual de la rueda de repuesto se monta sobre la puerta posterior una caja con cerradura y elementos iluminados en color blanco, en un diseño que recuerda a una Wallbox. También destaca el portaequipajes de baja altura para el techo en color negro de alto brillo.

«En los más de 40 años de la historia de este modelo, la Clase G ha utilizado siempre la tecnología de propulsión más moderna y más idónea disponible, desde el motor diésel atmosférico con precámara de los primeros años hasta el motor V8 AMG de 4,0 litros del actual modelo tope de gama G 63″.

Sin restricciones

Se trata de un todoterreno sin ningún tipo de restricción, no solo por su diseño, sino también por sus valores internos. Trabaja con suspensión independiente en las ruedas del eje delantero y un eje rígido detrás, desarrollado específicamente para la integración de la propulsión eléctrica. Cuatro motores eléctricos junto a las ruedas, regulables individualmente, son clave para una conducción tanto en carretera como fuera del asfalto.

La variante con propulsión eléctrica integral de la Clase G llevará a cabo el final de su desarrollo en el legendario recinto de test del Schöckl, el monte cercano a Graz de 1.445 de altura.