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Volkswagen T-Cross. OperaciĆ³n Triunfo

No se va a presentar hasta el 25 de octubre y no llegarĆ” al mercado hasta la prĆ³xima primavera, pero en Volkswagen trabajan a fondo en el nuevo T-Cross, el futuro SUV urbano sobre la misma plataforma del Polo que se va a fabricar en la factorĆ­a navarra de Landaben. Y quieren tenerlo todo tan afinado que ya hemos podido probar unas versiones preseries aĆŗn meses antes de que se empiece a fabricar.

Porque la marca alemana quiere ir mostrando 'los poderes' de su nuevo modelo del que dicen que 'es mĆ”s'. Y lo demuestra con cifras, porque aunque estĆ” realizado sobre la misma plataforma MQB A0 es 5,4 centĆ­metros mĆ”s largo que el Polo y 11,2 mĆ”s alto manteniendo la misma distancia entre ejes, con una altura al suelo de 18,4 centĆ­metros. Esas cifras exteriores lo hacen mĆ”s habitable con un espacio interior que ofrece una considerable altura al techo y espacio a la altura de las rodillas. Y tambiĆ©n una capacidad de maletero que parte de 385 litros de capacidad, 34 mĆ”s de los que ofrece el Polo. AdemĆ”s se puede modular esta capacidad pues los asientos traseros, de serie, se deslizan hacia adelante 15 centĆ­metros de forma que aumente el espacio para las piernas o para el equipaje (en este caso puede llegar a los 455 litros de capacidad) y hasta 1.281 abatiendo los asientos traseros en una proporciĆ³n 60:40. Como remate, el respaldo del asiento del copiloto se puede abatir para introducir objetos de gran longitud.

Otra de las caracterĆ­sticas del T-Cross es la posiciĆ³n elevada de los asientos, que se encuentran a 59,7 centĆ­metros de altura los delanteros (10 centĆ­metros mĆ”s alto que en el Polo) y a 65,2 los traseros. Con eso se consigue un acceso cĆ³modo al interior y tambiĆ©n una mayor visibilidad para el conductor al ir sentados a mayor altura.

Disponible solo en versiones con tracciĆ³n delantera

El T-Cross estarĆ” disponible Ćŗnicamente en versiones con tracciĆ³n delantera y con una gama de motores que combina eficiencia y rendimiento. En gasolina, el 3 cilindros 1.0 TSI cuenta con dos niveles de potencia: 95 (con cambio manual de 5 marchas) y 115 caballos (con caja manual de 6 o automĆ”tica DSG de 7 marchas); y por encima el 1.5 TSI con 150 caballos y sistema de desactivaciĆ³n de cilindros (Ćŗnicamnte con cambio DSG). El apartado diĆ©sel lo cubrirĆ” Ćŗnicamente -al menos por ahora- con el 1.6 TDI de 95 caballos con cambio manual de 6 marchas o DSG de 7.

La conducciĆ³n serĆ” dinĆ”mica y divertida pero tambiĆ©n segura. Para ello, el T-Cross va a disponer de un arsenal de dispositivos de seguridad y ayuda a la conduccion. Por ejemplo, equiparĆ” de serie el sistema de vigilancia 'Front Assist' y el sistema de aviso de salida del carril 'Lane Assist'. Y otros dispositivos como el sensor de Ć”ngulo muerto 'Blind-Spot Sensor' con 'Asistente de salida del aparcamiento' (advierte de vehĆ­culos que se aproximan al T-Cross desde la parte lateral trasera), el 'Sistema de detecciĆ³n de peatones' y la 'ProtecciĆ³n proactiva de los ocupantes' (reacciona antes de un accidente cerrando las ventanillas y el techo corredizo, pretensando los cinturones de seguridad y estableciendo la adecuada presiĆ³n de frenado).

El diseƱo, que ya hemos podido ver, aunque hasta octubre no se mostrarĆ” oficialmente, recuerda inmediatamente a una mezcla entre el T-Roc y el Polo, con una parrilla amplia que integra los faros LED integrados. En la parte inferior incorpora los faros antiniebla enmarcados, integrando en el mismo hueco la luz diurna. En la trasera se aprecian unos fuertes hombros con mucho carĆ”cter y una banda reflectora que une las luces traseras en la parte superior del portĆ³n y va enmarcada por un embellecedor negro.

Y en ese diseƱo, la personalizaciĆ³n serĆ” importante, con 12 colores para elegir -incluyendo carrocerĆ­as bitono- y una gran capacidad de personalizaciĆ³n que se concreta, por ejemplo, en un interior en el que el cuadro de instrumentos, el salpicadero y la zona de la palanca de cambios se combina con los tonos de la carrocerĆ­a y puede ofrecer diseƱos en esa decoraciĆ³n con efecto 3D.

En ese cuadro de instrumentos, un aspecto importante serĆ” la digitalizaciĆ³n pues contarĆ” con una pantalla tĆ”ctil central de 6,5 u 8 pulgadas y en opciĆ³n dispondrĆ” del cuadro de instrumentos digital VW Digital Cockpit. AdemĆ”s, todas las posibilidades de conexiĆ³n, con cuatro tomas USB (dos delante y dos detrĆ”s), sistema de carga inalĆ”mbrica, o la posibilidad de reproducir contenidos del smartphone o servicios en streaming a travĆ©s del sistema de sonido opcional 'Beats' con 300 W de potencia.

MĆ”s elementos tecnolĆ³gicos serĆ”n el sistema -opcional- de cierre y arranque sin llave 'Keyless Access' o el asistente para luz de carretera 'Light Assist' que se ofrecerĆ” como opciĆ³n.

Nos ponemos al volante

Llega el momento de ponernos al volante de tres unidades, con un llamativo camuflaje exterior. Nos advierten que se trata de prototipos hechos de manera 'artesanal' en Wolfsburg cuyo precio supera el millĆ³n de euros cada unidad. Y nos dicen que estĆ”n 'terminados' al 90 por ciento. TambiĆ©n nos advierten de que no podemos fotografiar el interior, que ofrece un cuadro de aire similar al del Polo en sus rasgos generales.

Con esas premisas nos acomodamos en el coche mĆ”s fĆ”cilmente que en el Polo por esos 10 centĆ­metros mĆ”s de altura. E inmediatamente la racionalidad del diseƱo alemĆ”n nos hace encontrar la postura perfecta al volante. El primer modelo que cae en nuestras manos es el 1.6 TDI de 95 caballos. Con gran empuje y potencia suficiente, mueve con soltura un conjunto cuyo peso es unos 95 kilos superior al del Volkswagen Polo. Con cambio automĆ”tico DSG, estira hasta rozar las 5.000 vueltas. AdemĆ”s, como se trata de una version Highline, dispone de cuatro modos de conducciĆ³n (ECO, Normal, Sport e Individual) con lo que el conductor puede ajustar el comportamiento a sus gustos. Suspensiones bien, mejor de lo que se espera en un modelo de tan incipiente desarrollo y direcciĆ³n y frenos a buen nivel.

Siguiente paso, el 1.0 TSI de 115 caballos. Con cambio DSG, posiblemente sea la versiĆ³n mĆ”s equilibrada -sobre todo si cunde eso de que el diĆ©sel tiene los dĆ­as contados-. Muy vivo de reacciones, se mueve con mucho Ć­mpetu y suavidad. La sonoridad es mĆ”s elevada de lo que recordamos en el Polo, pero seguro que el trabajo de insonorizaciĆ³n de esta unidad aĆŗn no estĆ” al nivel de un modelo de producciĆ³n. El motor estira con ganas y desde abajo ya muestra mucho carĆ”cter.

Y para el final nos queda el 1.0 TSI de 95 caballos, que serĆ” la versiĆ³n de acceso y como tal, a priori nos parece el 'patito feo'. Con solo 5 marchas en su cambio manual y algĆŗn detalle como una pantalla tĆ”ctil que no dispone de navegador o no cuenta con sistema de arranque sin llave, el resultado en marcha es muy satisfactorio, pues el motor ofrece mucho brĆ­o y un funcionamiento redondo. El cambio es agradable por recorrido y tacto de la palanca. Y el rendimiento, mĆ”s dinĆ”mico de lo esperado. Se convierte, por tanto, en una interesante versiĆ³n de acceso a la gama; sobre todo si el uso mayoritario que se le va a dar es urbano.

En otoƱo tenemos la siguiente cita con el T-Cross; y hasta la primavera no podremos conducir las versiones ya de producciĆ³n. Pero la primera impresiĆ³n es que Volkswagen lo ha vuelto a hacer… Ha creado otro triunfador.