A decir verdad, el Arona me ha gustado tanto que hay solo tres o cuatro cosas que, poniĆ©ndome muy tiquismiquis, podrĆa criticarle. Por ejemplo, no entiendo que, ya que no tiene ni va a tener tracciĆ³n total, Seat haya desperdiciado la ocasiĆ³n de ofrecer un sistema barato tipo 'Grip Control' para mejorar la capacidad de tracciĆ³n fuera del asfalto por si algĆŗn cliente quiere descubrir mundo en algĆŗn camino perdido. Renault y Peugeot lo hacen combinĆ”ndolo con neumĆ”ticos M+S y el resultado es bastante convincente. Es verdad que el Arona es aĆŗn muy joven, y Seat no descarta que cuente con ello en futuras actualizaciones, aunque ahora habrĆa sido buen momento.
Tampoco es comprensible que ofrezca un depĆ³sito de tan solo 40 litros -como el del Ibiza-, porque todos sus rivales tienen entre 5 y 10 litros mĆ”s de reserva, algo que repercute claramente en la autonomĆa y el nĆŗmero de veces que hay que repostar. Y, ya puestos, no habrĆa sido ninguna tonterĆa diseƱar un asiento trasero desplazable para adaptar el interior segĆŗn las necesidades. Pero la verdad es que esta Ćŗltima sugerencia se queda sin fundamento cuando compruebas el generoso espacio interior. Y es que, cinta mĆ©trica en mano, el Arona sorprende con unas plazas traseras de campeonato y un maletero muy capaz. Es mĆ”s, que si manejamos cifras comparativas, el todocamino de Seat ofrece bastante mĆ”s altura y espacio para las piernas en las plazas traseras que un Hyundai Kona, un Kia Stonic e, incluso, un Volkswagen T-Roc.
El Arona tambiĆ©n dispone de mayor espacio de carga, con 400 litros de volumen muy aprovechables y recurriendo a un kit de reparaciĆ³n de serie en caso de pinchazo.
Un aplomo ejemplar
El Arona es diez centĆmetros mĆ”s alto que un Ibiza equivalente -con el que, recordemos, comparte plataforma- y pesa 45 kilogramos mĆ”s que Ć©ste; sin embargo, ambos se caracterizan por un comportamiento fuera de serie que tiene mucho que ver con la nueva y excelente base mecĆ”nica MQB A0. En concreto, el SUV espaƱol muestra un aplomo ejemplar y un comportamiento mucho mĆ”s eficaz de lo que normalmente se espera de un modelo con eje trasero torsional tan sencillo.
ĀæY quĆ© decir de un motor con el que acabamos de hacer 25.000 kilĆ³metros en un Ibiza y con el que todo el equipo de pruebas ha quedado encantado? En el Arona, este pequeƱo pero rabioso tricilĆndrico, combinado con un cambio DSG de 7 marchas, ofrece un resultado casi perfecto porque sĆ³lo gasta una dĆ©cima mĆ”s que con el cambio manual, y la mejora en agrado, suavidad y confort es notable. LĆ”stima que no estĆ©n contempladas las levas de cambio en el volante.
El acabado Xcellence es 'carete', pero incluye navegador con pantalla de 8 pulgadas, sensores de lluvia y luces, cĆ”mara de visiĆ³n trasera, apertura y arranque sin llave, climatizador automĆ”tico y sistemas de seguridad como el detector de fatiga, el de Ć”ngulo muerto y trĆ”fico posterior o el asistente de aparcamiento automĆ”tico. Y, como anĆ©cdota, una antena de radio que permite oĆr la radio en FM -no es DAB- en muchos tĆŗneles, por muy largos que sean. Algo que nos ha ocurrido contadas veces y en modelos mucho mĆ”s caros.
La clave
Sorprende el nuevo todocamino de Seat por aplomo, espacio interior y la eficacia de su motor, con tres cilindros pero con mucho genio. El cambio automĆ”tico DSG pone la guinda a un conjunto muy recomendable. LĆ”stima que no lleve levas en el volante, un depĆ³sito mayor o un sistema que optimice la motricidad.