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Probamos el Alfa Romeo Stelvio 2.2 DiƩsel. El SUV para los que odian los SUV

Hay que reconocer que los crossover, todocamino, SUV, SAV o como prefieras llamarlos se han convertido en todo un fenĆ³meno de masas. Ya no eres nadie si no ofreces uno a tus clientes, y marcas que jamĆ”s habrĆ­as imaginado que llegarĆ­an a este segmento han sucumbido a sus encantos, o mejor dicho, a sus imparables ventas.

Alfa Romeo lanza el Stelvio, un crossover atĆ­pico, porque lo han ideado para los tifosi de las cuatro ruedas, para aquellos que nunca se fijarĆ­an en 'algo' que mide 1.671 milĆ­metros de alto. En definitiva: han creado el SUV para disfrutar de la conducciĆ³n.

Con 2.757 metros sobre el nivel del mar, el Passo dello Stelvio es el puerto de montaƱa mĆ”s alto de Italia, y sus 20 kilĆ³metros estĆ”n dibujados por mĆ”s de 75 curvas. No es un nombre elegido al azar; es una declaraciĆ³n de intenciones de lo que se ha buscado con este Alfa Romeo.

DiseƱo 100% Alfa Romeo

El punto inicial ha sido el placer de conducir. Eso ya lo transmite con su diseƱo, puramente Alfa Romeo. Para ir mĆ”s allĆ”, la firma del 'biscione' no ha escatimado en tecnologĆ­a y ha desarrollado un chasis de aluminio, compartido con la berlina Giulia. Este material se usa en sus suspensiones Alfalink, en partes de su carrocerĆ­a e, incluso, en este motor diĆ©sel, el primero que la casa italiana produce Ć­ntegramente en este material. A ello se suma un Ć”rbol de transmisiĆ³n de carbono, un reparto de pesos entre sus ejes que roza el equilibrio perfecto, un sistema de tracciĆ³n total Q4…

Pero lo mejor es arrancar. El propulsor transmite mucho agrado porque no vibra y porque no se deja sentir en su interior, ayudado por su insonorizaciĆ³n. Junto a Ć©l, una transmisiĆ³n automĆ”tica de ocho velocidades que incrementa exponencialmente el confort de marcha en ciudad. En ese territorio tendremos que ir con ojo, porque el Stelvio es corpulento. Pero gracias a un puesto de conducciĆ³n mĆ”s elevado, nada se escapa a nuestro ojo. Los semĆ”foros nos dan tregua para familiarizarnos con un interior que presume de la misma ergonomĆ­a que un 'made in Germany'. Eso se nota en detalles como su Rotary Pad central, que parece inspirado en cualquier firma teutona de carĆ”cter premium. MejorarĆ­a con unos botones de acceso directo a sus menĆŗs y con una pantalla de 8,8 pulgadas que fuera tĆ”ctil, o con que Ć©sta no quedara reducida a la mĆ­nima expresiĆ³n al engranar marcha atrĆ”s.

Alfa Romeo ha cuidado hasta el Ćŗltimo detalle para jugar en la liga premium. TambiĆ©n estamos a bordo de un Stelvio Executive -era una unidad italiana y este acabado no estĆ” disponible en EspaƱa-, que equipa asientos en cuero nappa, molduras de madera-estos detalles son opcionales en los Stelvio Speciale que se venden en EspaƱa. Para rozar el sobresaliente deberĆ­an pulir los ajustes en zonas fuera de la vista o escoger otro material para la parte superior del salpicadero.

A medida que nos alejamos de la ciudad, el Stelvio comienza a cautivarnos. Su 2.2 DiƩsel genera 210 CV de potencia y 48,0 mkg de par motor, mƔs que suficientes para mover sus 1.734 kilos con soltura. Son 111 kilos menos que un Audi Q5 y un Mercedes GLC, y 41 menos que un Jaguar F-Pace. Son sus rivales directos, pues mide 4,69 metros de largo.

Su transmisiĆ³n automĆ”tica es muy rĆ”pida y agradable en cualquier programa del Alfa DNA: Dynamic, Natural y Advanced Efficiency, este Ćŗltimo un nuevo modo que minimiza el consumo pero que resta algo de empuje al motor, de manera que cuando aceleramos con fuerza el cambio se ve obligado a trabajar mĆ”s para pegar nuestro cuerpo al respaldo.

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Viajar se convierte en un derroche de placer. El Stelvio gana velocidad con sĆ³lo insinuar el apoyo del pie sobre su pedal derecho, rueda aplomado, es silencios-un ligero ruido de rodadura por sus neumĆ”ticos de invierno-y, ademĆ”s, su consumo no se dispara. Firmar los 4,8 l/100 km que anuncia es imposible, pero los 7,6 registrados parecen lĆ³gicos-el Q5 2.0 TDI de 190 CV se quedĆ³ en 7,0 l/100 km-. En ciudad se ha elevado bastante su gasto real, y queda rezagado al no ofrecer la funciĆ³n 'inercia' o 'a vela', que araƱarĆ­a unas dĆ©cimas en carretera.

De 0 a 100 km/h en 7,2 segundos

Desde el minuto uno te habĆ­a dicho que el Stelvio iba a cambiar tu forma de entender los modelos crossover. Se da por hecho que un todocamino con 400 o mĆ”s caballos -que existen- debe ofrecer un comportamiento dinĆ”mico. Es cierto que la mayor altura y el peso extra les condicionan, pero no es excusa para dejar de disfrutar. Este Stelvio se conforma con 'sĆ³lo' 210 CV, pero es uno de los mĆ”s divertidos que he conducido. Sorprende la energĆ­a de su mecĆ”nica y su capacidad para ganar velocidad, pues en 7,2 segundos llega a 100 km/h y sale del kilĆ³metro lanzado a 181 km/h. Pero lo mejor no es lo que corre, sino cĆ³mo corre.

Su puesta a punto parece inspirada en la del radical 4C. Pasa por las curvas como si fuera medio metro mĆ”s bajo, no balancea -sin ser seco o incĆ³modo sobre firme roto- y su direcciĆ³n ayuda a meter el morro donde has puesto la mirada: sĆ³lo dos vueltas de volante entre topes. Si apostamos por el programa Dynamic nos sorprende con un eje trasero que te empuja al abrir gas, ayudando a redondear las curvas -equipaba autoblocante trasero y gomas 255/45 R20-. Y de esto no pueden presumir muchos crossover de 500 CV. SĆ³lo pedirĆ­a que la banqueta -no el respaldo- sujetase mejor, porque las aceleraciones laterales se notan. Y si quieres terminar de sentirte 'piloto' activa el modo secuencial, pues tras su volante hay dos enormes levas fijas de aluminio, que son perfectas. Salvo porque molestan para accionar los mandos que hay tras ellas y por costar 379 euros. Y no vas a renunciar a ellas, porque son casi obligatorias e invitan a la diversiĆ³n. ĀæQuĆ© mĆ”s quieres?

Tanta deportividad tiene un 'pero'. Y es que la capacidad 'aventurera' del Stelvio es limitada por su escasa altura al suelo o un sistema Q4 enfocado al asfalto. Y cuenta con control de descensos como Ćŗnica ayuda en el uso 'off road'.

DisfrutarĆ”s como un niƱo, te lo aseguro. Pero ĀæquĆ© piensan tus acompaƱantes? Mejor cuatro ocupantes que cinco, porque el tĆŗnel de la transmisiĆ³n es voluminoso y el respaldo central, muy duro. El Stelvio es amplio y su maletero tiene 525 litros, una buena cifra. Eso sĆ­, no hay rueda de repuesto. AhĆ­ va la baterĆ­a para repartir pesos, como en un buen deportivo. Sorprende que el piso del maletero se mueva o que, aunque tiene tiradores para abatir los respaldos traseros ?40:20:40?, tengas que ayudarles con la mano.

Meros detalles en un crossover bien equipado, aunque tiene ausencias ilĆ³gicas a la hora de pagar 52.850 euros. ĀæTe parece caro? Pues mira el precio de sus rivales directos, que encima son mucho mĆ”s aburridos. Te lo aseguro.

La Clave

Reconozco que los vehĆ­culos crossover tan de moda no me vuelven loco. Pero este Stelvio ha conseguido marcarme; porque, para empezar, su dinĆ”mica estĆ” mĆ”s prĆ³xima a la de un deportivo que a la de un todocamino. Y para ello no es necesario recurrir a un motor con 400 Ć³ 500 CV, ni desembolsar 100.000 euros. Es cierto que no es barato, pero sus rivales tampoco. Es cierto que no es perfecto por acabado o equipamiento, pero sus rivales directos tampoco lo son. Y lo que sĆ­ son es mĆ”s aburridos que este Stelvio.