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Mercedes 230 S Universal/Mercedes C220 Bluetec Estate. 50 aƱos de familiares con estrella

Transportarse 50 aƱos atrĆ”s a bordo de uno de los primeros Mercedes de carrocerĆ­a break que se fabricaron, tiene tanta magia como a la que seguramente habrĆ”n tenido que recurrir los especialistas que lo han restaurado cerca de Madrid empleando nada menos que 2.700 horas y mucho cariƱo. Un trabajo justificado no sĆ³lo por tratarse de un vehĆ­culo de limitada producciĆ³n y gran valor histĆ³rico (de este 230 S se produjeron menos de 200 unidades) sino tambiĆ©n por la curiosa estrategia empleada por Mercedes para poner en los concesionarios su primer familiar y uno de sus modelos mĆ”s 'americanizados' de aquella Ć©poca.

50 aƱos de familiares

A decir verdad y para ser absolutamente rigurosos, el primer break con una estrella en el capĆ³ fuĆ© un 300 C Adenauer tuneado en 1956 por Have Binz GmbH & Co, un carrocero neoyorquino que convirtiĆ³ esta elegante limusina en uno de los familiares mĆ”s bellos, sofisticados, lujosos y espectaculares que se han visto jamĆ”s. Lo hizo por encargo de Caroline Ryan, nieta de Thomas Fortune Ryan, co-fundador de la American Tobacco Company y en su momento uno de los diez hombres mĆ”s ricos de EEUU. Y Caroline lo encargĆ³ para poder llevar todo su equipaje hasta el yate anclado en Palm Beach, Florida. Vamos, las necesidades habituales en un millonario.

Pero al margen de este capricho Ćŗnico cuya visiĆ³n os recomiendo en la pĆ”gina del Club Mercedes-Benz de AmĆ©rica (http://www.mbca.org), la historia de los familiares de la marca alemana no deja de sorprender en ningĆŗn momento. Y es que el primer Mercedes de carrocerĆ­a break comercializado por la propia Mercedes y bautizado como Universal, no lo fabricaba la marca en su cadena de montaje. En realidad la firma alemana mandaba la plataforma y parte de la carrocerĆ­a (sin techo, parte trasera ni lunas) en lotes a IMA (Sociedad AnĆ³nima para la importaciĆ³n de Motores y AutomĆ³viles), situada cerca de Bruselas, donde entre 1965 y 1973, se terminaban de ensemblar los coches con secciones y paneles de carrocerĆ­a fabricadas y aportadas por esa empresa belga. Y es que en aquella Ć©poca no habĆ­a forma de convencer a los responsables de la marca de la estrella de que lanzaran un Mercedes con carrocerĆ­a familiar propia porque estaban seguros de que su diseƱo no casarĆ­a de forma adecuada con la imagen de lujo y distinciĆ³n que querĆ­an para cada modelo fabricado. Pero la 'ayuda' de colaboradores como IMA o el interĆ©s por estar muy presente en el mercado americano, les llevĆ³ a comercializar tĆ­midamente el Universal hasta bien avanzados los aƱos 70, cuando sobre la base W123 decidieron diseƱar, construir y comercializar el primer break absolutamente propio y que por entonces recibirĆ­a la denominaciĆ³n T.

Volviendo al Universal, el break rematado en BĆ©lgica heredaba las 'colas' de la berlina, un diseƱo con unas prominentes y picudas aletas traseras muy de moda en los coches americanos de la Ć©poca y un guiƱo a los compradores del otro lado del charco. La producciĆ³n inicial planificada era de 1.000 vehĆ­culos por aƱo, pero a la larga fue una cifra demasiado optimista ya que respecto a un sedĆ”n, el Universal costaba un 30 por ciento mĆ”s y de ese, un 10 por ciento fue considerado por el pĆŗblico alemĆ”n como un 'impuesto de importaciĆ³n' de BĆ©lgica, disuadiendo a muchos compradores.

Potencia y confort de clƔsico

El motor de nuestro principal protagonista es un 6 cilindros en lĆ­nea M180 de 2,3 litros de cilindrada, doble carburador y 120 caballos de potencia. Se trataba de la versiĆ³n mĆ”s potente que se hizo de esta carrocerĆ­a y la que con el tiempo se convertirĆ­a en la mĆ”s cotizada por su escasez, con un propulsor que permitĆ­a al primer break de Mercedes alcanzar los 175 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 13 segundos. MĆ”s habituales fueron las versiones de gasolina con 4 cilindros y 80 Ć³ 95 caballos, o la versiĆ³n diĆ©sel con un motor de dos litros de cilindrada y 55 caballos.

Al volante del 230 S Universal sorprende la ausencia de ruidos y la finura del motor de 6 cilindros, sobre todo comparado con un motor diĆ©sel montado en el C 220 Bluetec Estate que tambiĆ©n sorprende pero por su aspereza y sonoridad, al menos en frĆ­o y al ralentĆ­. Se trata de un motor de 4 cilindros y 2,2 litros de cilindrada que rinde 170 caballos con un extraordinario par de 40,8 mkg en una abanico muy amplio de revoluciones que comprende entre las 1.400 y 2.800 rpm. Un propulsor que una vez superados los primeros minutos, cuando el motor se deja sentir algo mĆ”s refinado, se convierte en un perfecto aliado de esta berlina familiar ya que ofrece una de las mejores relaciones entre prestaciones y consumos. Los 170 caballos pueden con las casi dos toneladas que puede llegar a pesar el coche a tope de carga y ocupantes y el consumo serĆ” complicado que suba de los 8 l/100 km si se cumplen las normas de trĆ”fico. De hecho, con un sĆ³lo ocupante, el C 220 Bluetec Estate no llega a los 6,5 l/100 km, una cifra extraordinaria en un modelo de estas caracterĆ­sticas. El familiar mĆ”s moderno de Mercedes acelera de 0 a 100 en 7,8 segundos y alcanza los 229 km/h. Desconocemos el consumo de esta unidad del Universal, pero una berlina W111 con este motor de gasolina de doble carburador gastaba 14 l/100 km de media, un consumo muy normal en la Ć©poca e incluso bastante bajo en los Estados Unidos.

Agilidad de marcha pese al peso extra

A la hora de comparar su forma de moverse o su facilidad de conducciĆ³n, el Clase C ofrece lĆ³gicamente un mejor aplomo y un comportamiento que se puede adecuar a cada situaciĆ³n porque el avance de la electrĆ³nica ha transformado los automĆ³viles radicalmente. La gran mayorĆ­a aplaude la llegada de sistemas que ayudan a mejorar la conducciĆ³n o a aumentar la seguridad, pero los menos partidarios argumentan que se ha perdido 'feeling' y que el coche ya casi decide lo que hacer en cada momento. Sea como fuere, el Ćŗltimo familiar llegado a la gama Mercedes puede llevar suspensiĆ³n neumĆ”tica regulable y 5 modos de conducciĆ³n: Individual, Sport, Sport+, Confort y ECO. Ademas de contar de serie con unos amortiguadores Bilstein de paso variable (Direct Control con Sistema de AmortiguaciĆ³n Selectivo) que realizan un excelente trabajo sin recurrir a la electrĆ³nica. A nuestro Universal le suena a chino todo ese despliegue de ayudas para que el coche se adapte a nuestro estilo de conducciĆ³n o al tipo de firme o carretera. Pero lleva suspensiĆ³n independiente y un muelle transversal entre los semiejes, encima del diferencial trasero, para evitar que en las curvas, la rueda interior tome demasiada caida positiva y afecte al comportamiento.

En el Universal probado en el INTA, y a pesar de que va sin carga trasera, con amortiguadores nuevos y con ese muelle transversal sin excesiva tensiĆ³n, el break restaurado supera la prueba con nota aunque estĆ” claro que lo suyo no son recorridos ratoneros con curvas enlazadas tomadas a buen ritmo, porque los balanceos son acusados lo que aumenta la sensaciĆ³n de inseguridad. La direcciĆ³n es asistida aunque el desmesurado tamaƱo del volante siempre complica las cosas. Y el cambio de 4 marchas, manejado como era habitual en la Ć©poca desde una palanca en la columna de la direcciĆ³n, no permitĆ­a muchas filigranas, pero liberaba mucho espacio en la parte central. Como el C Estate, sĆ³lo que en este caso las levas de cambio en el volante son definitivas por seguridad y tambiĆ©n para hacer mĆ”s divertida la conducciĆ³n.

La seguridad se estableciĆ³ en aƱos posteriores

Y hablando de seguridad, el C Estate que enfrentamos a nuestro carismĆ”tico Universal deja KO al clĆ”sico que por no llevar no lleva ni reposacabezas. Sin embargo en descargo del primer familiar comercializado con la estrella en el morro, hay que decir que la Serie W111 estrenĆ³ la primera cĆ©lula de seguridad en un automĆ³vil. El primer logro importante del ingeniero de seguridad BĆ©la BarĆ©nyi fichado por Mercedes, fue una patente registrada en 1951 con el nĆŗmero DBP 854.157 y conocida generalmente como 'zona de deformaciĆ³n controlada'. El tĆ©cnico austriaco fue el primero que descubriĆ³, ya algunos aƱos antes, que en caso de colisiĆ³n era necesario convertir y disipar la energĆ­a cinĆ©tica mediante deformaciĆ³n de componentes para reducir su efecto en los ocupantes del vehĆ­culo. Este hecho revolucionarĆ­a toda la industria de construcciĆ³n de automĆ³viles. Y ademĆ”s de esa importantĆ­sima innovaciĆ³n, el Universal llevaba columna de direcciĆ³n colapsable.

La lista de equipamientos de seguridad en el C 220 Bluetec Estate es interminable, comenzando por el sistema que prevee la colisiĆ³n y frena de forma autĆ³noma incluso desde 200 km/h si el conductor no lo hace, hasta sistemas tan habituales hoy en dĆ­a como el control de Ć”ngulo muerto, control de mantenimiento de carril, advertencia de cansancio, asistente de seƱales de trĆ”fico…O los 9 airbags incluido el de rodilla para el conductor. Elementos que contrastan con los de un 230 S Universal cuyo Ćŗnicos accesorios que destacan, y no precisamente en el campo de la seguridad, son la clĆ”sica radio Becker o el techo corredizo manual.

Al ser el equivalente a un Clase E, el Universal ofrece una habitabilidad excepcional aunque el tamaƱo de los asientos, cuyo diseƱo solo tenƭa en cuenta la comodidad de sus ocupantes, se come parte del espacio. Eso sƭ el maletero, a pesar de que los pasos de rueda lo invaden ligeramente y que acoge la rueda de repuesto, ofrece una superficie plana muy aprovechable y mƔs si se abate el respaldo de los asientos traseros.

Seguridad, aerodinĆ”mica y peso son tres de los campos en los que mĆ”s se ha avanzado con el tiempo en el mundo del automĆ³vil. Y comparativamente el precio no se ha disparado si tenemos en cuenta todo lo que ahora se ofrece a cambio. En cualquier caso todo cĆ”lculo y comparaciĆ³n deja de tener sentido en un clĆ”sico cuyo valor se calcula no en base a su equipamiento, su potencia o su seguridad. El Universal probado se vendiĆ³ a los 15 minutos de abrir sus puertas el Ćŗltimo salĆ³n Retromobile de Paris. Y el caprichoso comprador pagĆ³ mĆ”s de 100.000 euros por Ć©l. Con un precio de 45.500 euros, el C 220 Bluetec Estate anda mĆ”s, gasta menos, es mĆ”s seguro y cĆ³modo… pero le falta bastante de algo que al Universal le sobra y que no se puede ofrecer ni como opciĆ³n: magia e historia.