Este 2022 se han cumplido 25 años desde que se presentaron, con mucha polémica, los resultados de los primeros crash test realizados por Euro NCAP. El choque de un automóvil que cambió la historia y las reglas del juego en lo que a la seguridad de los vehículos se refiere.
Más tecnologías y nuevas pruebas de choque
Seguridad infantil, de usuarios vulnerables, de nuevos vehículos, nuevas tecnologías, pruebas con dummies, crash test frontales… las innovaciones que se han producido en estos 25 años en los test y protocolos han sido muchas. Por ejemplo, desde los comienzos ya se evaluaba la seguridad infantil, pero en 2003 se estandariza el procedimiento con sistemas de retención infantil para bebés de 18 meses y niños de 3 años (ya sustituidos en la actualidad) y en 2007 se realizan los primeros ensayos sobre impactos traseros o latigazos cervicales. En 2009 se cambió el sistema de valoración para incorporar en la puntuación global la seguridad a peatones y otros usuarios de la vía.
En 2011 el crash test del Mitsubishi i-MiEV 100% eléctrico abrió una nueva era con la que se comenzaron a evaluar vehículos electrificados, en 2012 llegaron los choques de furgonetas y en 2015 se añade un crash test frontal contra una barrera rígida a una velocidad de 50 km/h.
Desde 2016 se permite la valoración dual, es decir que se realiza un test con sistemas de seguridad de serie y otro con paquete de seguridad extra. La última incorporación ha sido la mejora del crash test contra barrera frontal móvil que va montada en un carro de 1.400 kg que choca en dirección contraria. Y suma y sigue, porque los socios de Euro NCAP están dispuestos a que la seguridad siga siendo una prioridad indiscutible.
