Lo primero que te llama la atención cuando lo miras es su pintura. Esta destaca por encima del resto y recibe el nombre de 'Clematis Metallic'. Aunque pintar un deportivo de color morado pueda parecer, en la mayoría de los casos, una locura, este color le sienta como anillo al dedo y hace que brille con luz propia.

Porsche 911 Turbo 1991