Como si de un niño se tratase, el piloto Lewis Hamilton cotillea una leyenda del automovilismo como es el Mercedes-AMG 300 SEL 6.8, un vehículo de competición cuyo motor 6.8 V8 proporcionaba 430 CV de potencia. Y lo hace antes de adentrarse en una sala secreta para conocer el futuro Project One, una máquina con genética de Fórmula 1.