Por primera vez en toda la historia de la firma italiana se recurre a un propulsor sobrealimentado, porque bajo su capó delantero encontramos el 4.0 V8 Biturbo del Grupo Volkswagen. En semejante criatura es capaz de proporcionar la friolera de 650 CV de potencia, convirtiéndose en el todocamino más potente de toda la oferta, superando incluso al todopoderoso 6.0 V12 Biturbo que emplea el Mercedes-AMG G65 o los 608 CV del Bentley Bentayga W12.