Su potencia se envía exclusivamente a las ruedas traseras, porque a las delanteras llegan los 143 CV que proporciona su motor eléctrico, que antes se conformaba con 131 CV. Y es que ahora entre ambos, la potencia conjunta es de 374 CV, de forma que el renovado BMW i8 Coupé necesita sólo 4,4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y eso son dos décimas menos que lo que demanda el BMW i8 Roadster. Ambos firman una velocidad punta de 250 km/h, limitados electrónicamente.