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Seat. 60 años de seguridad

Hoy en día la seguridad en los automóviles evoluciona a pasos agigantados. Esto lo podemos comprobar fácilmente fijándonos simplemente de una generación a otra. Pero ¿qué sucedería si comparamos lo actuales elementos de seguridad con los incorporados en un vehículo con 60 años a sus espaldas?. 

Para dar respuesta a esta pregunta, Seat ha decidido comparar dos vehículos que se consideran iconos dentro de la propia marca. Por un lado han escogido un Seat 600 D de 1963 en perfecto estado de conservación y por el otro contamos con el actual Seat Ibiza FR. Las diferencias son m´ças que evidentes pero ¿las sabrías enumerar?. Pues no te preocupes que nosotros junto con Luzón, responsable de Seguridad Pasiva de SEAT, lo hacemos por ti.

Airbag y reposacabezas

El primer punto importante que encontramos es que «el SEAT 600 no incorpora reposacabezas», recuerda Luzón. Es un elemento muy importante pues, en caso de colisión posterior a baja velocidad, evita que la cabeza vaya hacia atrás y se produzcan los temidos latigazos cervicales. Además, el SEAT Ibiza puede llegar a tener hasta seis airbags. El SEAT 600 no tenía ninguno ya que esta tecnología se generalizó a partir de la década de los 90.

Cinturón de seguridad

«Fue desarrollado en los años 60 pero al principio se trataba de una cinta inextensible que teníamos que adaptar a nuestro cuerpo», explica Luzón. Ahora es distinto, porque es este elemento de seguridad pasiva el que se adapta a nuestro cuerpo y no al revés. Ello aporta más seguridad en caso de colisión, ya que el actual sistema retiene al pasajero instantáneamente y no deja espacio alguno entre el cinturón y el cuerpo.

Frenos

El sistema de frenado tampoco tiene nada que ver entre ambos modelos. El SEAT 600 incorporaba frenos de tambor «con una potencia de frenado muy inferior a la actua», explica Luzón. Los vehículos de hoy día, en cambio, «tienen discos de gran tamaño». Además, sus neumáticos son mucho más anchos, lo que les hace más seguros al tener más superficie de contacto con la carretera, y disponen de ABS, un sistema que impide que el coche patine durante la frenada.

Carrocería

La carrocería es otro de los elementos fundamentales en la seguridad de un vehículo, y su evolución en las últimas décadas es más que evidente. Tan solo es necesario comparar la anchura de las estructuras. Es el caso por ejemplo de la puerta, que hoy en día es mucho más ancha ya que incorpora elementos de seguridad que protegen mucho mejor que antes en caso de colisión.

A día de hoy, pues, estamos a un nivel máximo de protección a los ocupantes. «El próximo salto es anticiparse, que el coche vea realmente lo que va a suceder y se avance a ello», concluye Luzón. Se abre así una nueva era con una tecnología inimaginable para la época del mítico 600.