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Mercedes-Benz Design. Donde nacen las estrellas

Ya lo avanzaban con su lema «algo está cambiando». Y es que en cuestión de unos pocos años Mercedes-Benz ha conseguido dar un giro radical a sus productos en lo que a diseño se refiere. Han pasado de ofrecer vehículos de corte clásico a atractivos turismos incapaces de pasar desapercibidos. Y no lo esconden, porque su actual imagen de marca les ha hecho en 2016 ser líderes de ventas en el segmento premium a nivel mundial. Y es que en España, el diseño, es el segundo aspecto más valorado en la compra de un vehículo. Esa premisa queda en primera posición en marcados como Italia.

Trece marcas diferentes

Este nuevo ADN se ha labrado con tiempo, mucho esfuerzo y a base de crear un equipo de diseño repartido desde Silicon Valley hasta Pekín, pasando por el Lago Como, en Italia. Pero todo ello está dirigido desde su central de Sildenfingen por el jefe de diseño: Gorden Wagener. Y es que el grupo Daimler integra un total de trece marcas diferentes entre turismos, vehículos comerciales, camiones, autobuses… Cada una de las cuales, cuenta con su propio equipo de diseño.

Tal es la importancia que la «nueva» Mercedes-Benz le da al diseño de sus productos, que existe un departamento encargado únicamente de desarrollar los pilotos traseros y otro se encarga de diseñar los mandos del habitáculo, que no sólo deben ser agradables a la vista, sino también al tacto, al oído e, incluso, al olfato.

Con tres años de antelación

De los lapiceros de sus diseñadores (sí, porque una de las premisas para trabajar en estos departamentos es dominar el lapicero de toda la vida) han nacido los productos que todos conocemos. Pero este equipo trabaja con más de tres años de antelación (es curioso que la primera maqueta del nuevo Mercedes E Coupé, que acaba de aparecer, fue creada allá por el verano de 2014), y nos han mostrado por dónde van a ir las líneas futuras, que, según su lenguaje, hablan de «pureza sensual». Se puede traducir en un tira y afloja entre vanguardismo, a la hora de enamorar, e inteligencia, cuando hablamos de funcionalidad. Lo que hacen es buscar soluciones con una envoltura atractiva, como la que tendrán los futuros compactos de la firma de la estrella. Y es que el futuro Mercedes Clase A lo adelantan con este Mercedes Aesthetics A Skulptur, una escultura que presenta un frontal donde aparece la inconfundible parrilla Panamericana.

El 25 por ciento de la plantilla se encarga de materializar lo que se visualiza en una pantalla en algo tangible, es decir, algo que pueda llevarse a la producción. Y no sólo hablamos del aspecto exterior, sino también del interior, que ha de adaptarse a las necesidades o gustos de cada uno de los mercados donde se vende un Mercedes-Benz. Requieren un estudio complejo de ergonomía, pero también de texturas, materiales, ajustes… Tal es la atención por el detalle que crean habitáculos en arcilla a tamaño real para comprobar hasta la manera en la que se refleja la luz ambiental sobre los guarnecidos, para los que experimentan con nuevos materiales; y en los tiempos que corren, con nuevas tecnologías para el futuro entorno virtual que se aproxima. Curioso es el tema de la arcilla en el departamento de diseño de Mercedes-Benz, pues sólo en la central de Sindelfingen emplean cerca de 80.000 kilos de este material al año para modelar sus prototipos.

Un futuro con hologramas

Mercedes-Benz apostará por la simplicidad. Desaparecerán los mandos táctiles y en su lugar encontraremos hologramas y pantallas en tres dimensiones. Serán interactivas y sólo mostrarán la información que necesitemos en ese instante preciso. Olvídate de los modos programados, pues será el vehículo el que se adapte a nuestras necesidades, hasta el punto de poder conducir por ti cuando no desees hacerlo. Podremos relajarnos leyendo un libro o escuchando música. Esas pueden ser las futuras experiencias de conducción, experiencias que ofrecerán en un futuro próximo los vehículos de producción que adelantan máquinas tan especiales como los Mercedes F015, Concept IAA o Mercedes-Maybach 6.