El sector del automóvil está en constante evolución. Y las tecnologías de conducción autónoma no serán lo único que se instalará en nuestros automóviles para hacernos la vida más fácil. También desembarcarán sistemas como el Audi Fit Driver, que convertirán nuestros coches en una especie de 'médico particular' encargado de vigilar nuestra fatiga o estrés al volante.
Esta tecnología funciona combinando los datos proporcionados por sensores del coche con la información enviada mediante 'wereables', dispositivos inteligentes, como pulseras 'fitness' o 'smartwatches', capaces de monitorizar parámetros como el pulso, la tempertatura, el ritmo cardíaco, etc.
Masaje, música, iluminación…
Analizando esos parámetros, el sistema determinará si un conductor puede estar sufriendo un episodio de estrés y activar un protocolo de relajación a través del Audi virtual cockpit. Adicionalmente, a través de los altavoces, una voz guiará al conductor a lo largo del ejercicio.
También es posible activar el masaje de los asientos, o adaptar la música y la iluminación interior. La red conectada en el automóvil permite, de forma automática, autorregular los distintos sistemas (audio, luz, etc…) con el objetivo de crear una experiencia de conducción que se adapte de forma óptima las condiciones concretas del conductor, de manera que este pueda abandonar el vehículo en el destino sintiéndose más relajado que cuando entró en él.
En fases posteriores, Audi Fit Driver podría incorporar opciones de ayuda y seguridad, de modo que al detectar situaciones extremas, el vehículo podría iniciar una detención de emergencia y lanzar una llamada de asistencia utilizando el sistema eCall.
