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Volkswagen Golf R Cabrio, al cielo no se le hace esperar

Hace tres años, Volkswagen lanzó la versión más radical del Golf de sexta generación. Aquel Golf R tenía un motor 2.0 TSI de 270 CV y tracción 4Motion. También hacía lo propio con el Scirocco R, sólo que con tracción delantera y 265 CV.

Y hace sólo un par de meses, llegó a los conesionarios de la marca esa deportiva versión R, pero combinada con la exclusiva carrocería cabrio, algo que no sería noticia si no fuera porque ya se comercializa la séptima generación del Golf, eso sí en tres y cinco puertas, pues los Golf Cabrio tienen la particularidad de ir una generación por detrás.

Si lo analizamos al detalle, descubrimos que está más cerca del Scirocco R que del Golf R, pues este Volkswagen Golf R Cabrio tiene 265 CV de potencia y es tracción delantera, por no ser compatible la tracción 4Motion con los refuerzos estructurales que requiere su chasis al carecer de un techo fijo.

Características del Volkswagen Golf R Cabrio

Estos refuerzos le confieren una rigidez fuera de toda duda y en cualquier circunstancia, ya sea con el techo puesto o quitado, que por cierto, es de lona, eléctrico -tarda menos de 10 segundos en ponerse o quitarse y hasta 30 km/h- y su calidad es muy alta. Así, su comportamiento es fantástico, tal y como se espera de un deportivo con todas las de la ley. Eso sí, dichos refuerzos suponen un lastre adicional de 73 kilos respecto al citado Golf R. De esta manera, la relación peso/potencia pasa de 5,71 kg/CV del Golf R a los 6,09 en este Golf R Cabrio -la misma que en el nuevo Golf GTI con 220 CV-.

Ese peso extra pasa desapercibido cuando empezamos a comprobar de lo que es capaz el Golf Cabrio más potente de toda la historia. Se ayuda de la suspensión adaptativa DDC, que nos permite elegir entre tres modos, siendo el programa 'Confort' el ideal para viajar, ya que filtra las irregularidades del asfalto dentro de unos límites. Límites marcados por el bajo perfil de sus neumáticos 235/35 R19. El modo 'Sport' es la antítesis, y hace que su carrocería vire lo más plana posible cuando enlazamos curvas.

A diferencia de los últimos Golf, éste carece de diferentes 'set up' para variar la gestión del motor, el tacto de la dirección o la asistencia del ESP, que no se llega a desconectar completamente.

Pero tampoco le hace falta, pues la dirección es bastante directa, con 2,6 vueltas entre topes, y cuenta con el sistema 'XDS', que funciona a modo de autoblocante electrónico en su eje delantero, con el fin de minimizar las pérdidas de tracción cuando sus 265 CV intentan desbocarse. Por último, su cambio DSG de 6 velocidades, que es de serie, tiene posición 'Sport' y levas en el volante para un manejo secuencial.

Delante de nosotros se sitúa un propulsor 2.0 TSI que proporciona los mágicos 265 CV, pero que en el recién presentado Golf R de séptima generación, eroga un total de 300 CV. Gracias a su cambio DSG, se aprovechan al máximo todos y cada uno de esos caballos, dependiendo de lo que le indiquemos en cada momento con nuestro pie derecho. Si queremos ir tranquilos disfrutando bajo el sol, lo hace a la perfección, pero si queremos exprimir su propulsor al máximo, animados por el ronco sonido que emerge por sus escapes, lo borda. Eso sí, siempre acompañados por un consumo tirando a alto, que hace que los 55 litros que caben en su depósito duren menos de lo que nos gustaría.

Consumo del Volkswagen Golf R Cabrio

Y es que este Golf R Cabrio carece de 'Start/Stop' y su consumo medio se ha elevado a 10,4 l/100 km, que son 1,2 l/100 km más que los que medimos al Golf GTI Cabrio, que tampoco es mucho.

Pero si en el consumo no hay mucha diferencia entre un Golf GTI Cabrio y un Golf R Cabrio, en prestaciones parece haber aún menos. Y aunque las cifras hablan por sí solas y reflejan que este bólido corre, y de verdad; para pasar de 0 a 100 km/h ha necesitado 6,7 segundos, que es sólo medio segundo menos que lo que en su día medimos al Golf GTI Cabrio con 210 CV y cambio DSG. Pero es que en las recuperaciones las diferencias se acortan aún más, y eso que este Golf R Cabrio es rapidísimo. Así no es de extrañar que nos surja la duda de si merece la pena desembolsar más de 50.000 euros por este Golf R Cabrio, cuando por nada menos que 11.750 euros menos, tenemos un Golf GTI Cabrio, que le coge el rebufo a este Golf R Cabrio en cuanto a prestaciones, mientras que si queremos divertirnos bajo el sol, ambos ofrecen el mismo agrado.

Al margen de esto, el Golf R Cabrio es un descapotable con cuatro amplias plazas -dos, si ponemos el deflector que es de serie-, con un maletero que siempre presenta 250 litros de capacidad y que se puede ampliar gracias a los respaldos traseros. También es cierto que cuenta con un completo equipamiento donde no faltan los faros de xenón o la tapicería de cuero con asientos calefactados, pero donde se pagan aparte el navegador o el detector de fatiga, que también se relegan a opción en un Golf GTI Cabrio junto al cuero por ejemplo. Pero aun así, siguen sin ser motivo para justificar una diferencia de precio con la que podemos comprarnos un Volkswagen Up! de 75 CV y muy bien equipado.