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Skoda Superb Combi 2.0 TDI. Para aquellos que lo quieren todo

Hemos pensado en los cinco jugadores de baloncesto que primero nos han venido a la mente: Marc y Pau Gasol, José Calderón, Juan Carlos Navarro y Rudy Fernández; vamos, una alineación completa. Marc es el más alto con 2,16 metros y el más 'bajo' es Calderón, con 1,92 de estatura. Sin embargo, acomodarlos en el interior de este Skoda Superb Combi no supondría ningún problema.

Si ellos no tienen problemas de espacio -lo 'peor' es la anchura interior trasera, de 140 centímetros-, menos lo tendrá una familia de cinco integrantes y de estatura media, en torno a 1,75 metros. La clave hay que buscarla en que Skoda exprime al máximo los 2.761 milímetros de su distancia entre ejes, pues en la República Checa emplean el Superb como coche oficial y por ello han buscado de una amplitud digna de una limusina.

Mucho espacio

No exageramos, pues con un conductor de talla normal, detrás hay 90 centímetros de espacio para las piernas -en el nuevo Octavia medimos 78 cm y ya nos pareció magnífico-. En la zona posterior hay salidas de ventilación, y una pantalla con la hora y la temperatura exterior.

Delante, más de lo mismo en cuanto a espacio, pero pocas cosas han cambiado en el diseño respecto al anterior Superb, pues el que aquí nos ocupa cuenta con el último 'restyling'. Eso sí, su acabado roza el que caracteriza al segmento 'premium' y hay multitud de huecos para dejar pequeños objetos -filosofía Simply Clever-, aunque su presentación debería ser algo más vistosa. Eso sí, la ergonomía es perfecta.

Mil euros más que la berlina

El Skoda Superb está disponible en berlina -con el sistema 'twindoor' que permite acceder al maletero de dos modos diferentes-, pero por sólo 1.000 euros más tenemos este Combi, que nos permite aprovechar el espacio que hay por encima de la bandeja trasera -para llevar bicis o el carro del niño sin plegar- si se nos quedan escasos sus 633 litros de maletero -un Opel Insignia Sport Tourer tiene 540-. Ahí es nada. También podemos abatir el respaldo trasero y tener amplitud como para dedicarnos a las mudanzas.

El espacio de carga es muy funcional, con perchas, anclajes y hasta una linterna, y por sólo 450 euros más el portón equipa el sistema de apertura y cierre eléctricos.

La reciente puesta al día del Superb afecta ligeramente al exterior, con un frontal inspirado en los nuevos Rapid y Octavia, y ahora hay faros con luz de marcha diurna. Su zaga estrena unos pilotos con iluminación led, pero poco más. Un detalle 'feo' es la pieza de plástico negro que hay donde antes iba la antena, pues ahora, salvo que equipe navegador, este elemento desaparece.

Propulsor equilibrado 

Hablamos de un vehículo con 4,83 metros de largo, por lo que no estará de más equiparlo con sensores de parking -ofrece el aparcamiento asistido por 1.035 euros-. Y aunque mide 17 centímetros más que un Skoda Octavia Combi, no es ninguna exageración ya que el Opel Insignia Sport Tourer al que antes hacíamos referencia, se va hasta los 4,91 metros.

El propulsor más equilibrado de la gama Superb es, sin duda, este 2.0 TDI, que es de la generación anterior y ofrece 140 CV, por los 150 CV del de última generación usado en Octavia, Golf, A3, León… Carece de las mejoras en la culata o el turbo, y prescinde de una bomba de aceite de caudal variable, pero el par máximo es idéntico en ambos -32,7 mkg-, aunque en éste se mantiene hasta las 2.500 rpm y en el de última generación amplía su rango de acción hasta las 3.000 rpm.

A pesar de estos detalles, su funcionamiento es impecable y apenas se percibe su sonido en el habitáculo del Superb. Además, sus prestaciones están a la altura de lo esperado, cediendo sólo una décima al acelerar de 0 a 100 km/h respecto a lo homologado, y eso que nuestra unidad equipaba unos neumáticos 225/45 R17, y no los 205/55 R16 que son de serie. Las recuperaciones son muy buenas y en la operación que simula un adelantamiento -de 80 a 120 km/h en 4ª velocidad- emplea sólo 8,0 segundos, por los 6,7 que medimos en un Octavia de 150 CV. Ahora bien, en las marchas quinta y sexta los tiempos se alargan, no por falta de potencia, sino por unos desarrollos de cambio algo largos.

Sisetma Start/Stop 

Por eso, y porque este Superb Combi tiene una masa de 1.554 kilos: 224 más que el Octavia antes citado. Es sólo una referencia, porque el Superb, en realidad, no pesa demasiado. Y si queremos un plus de tecnología y comodidad podemos recurrir al cambio DSG6 por 2.200 euros.

Una de las cosas que Skoda ha tenido en cuenta en esta versión es haberle dotado de un sistema de arranque y parada automático 'Start/Stop', que reduce el consumo medio homologado respecto a su antecesor en un 16 por ciento, pasando de 5,4 a 4,6 l/100 km. A pesar de este esfuerzo, sus emisiones medias son de 121g/km de CO2. Sin embargo, parecen haberlas pasado por alto para calcular su precio final, pues como decíamos antes es sólo 1.000 euros superior al de la berlina, que emite 119 g/km y se libra del impuesto de matriculación.

Pero conseguir ese fabuloso registro de consumo en uso real es más que complicado, y nosotros hemos medido un gasto medio de 5,6 l/100 km… que es simplemente magnífico. Gracias a su depósito con 60 litros de capacidad, superar los 1.000 kilómetros entre repostajes es 'pan comido'.

Equipamiento completo

El comportamiento del Skoda Superb Combi es muy bueno, pero no estamos hablando de un deportivo, sino de una berlina para viajar con la familia al completo y con total comodidad, y eso lo hace con un sobresaliente. Eso sí, deja como opción la suspensión deportiva por 235 euros.

También aparecen como opción elementos de seguridad activa como el sensor de fatiga o los faros bi-xenón, pero poco más, pues no puede incluir los últimos avances estrenados en Skoda, como control de velodidad adaptativo, sensores de ángulo muerto o detector de abandono involuntario de carril. Aunque su dotación de serie es realmente extensa a todos los niveles en este acabado Ambition, que tiene un precio final de 29.460 euros. Menos de lo que cuesta un Passat Variant, un 508 SW o un Insignia Sport Tourer con mecánicas y acabados equivalentes. Ahora bien, su verdadero rival está en el mismo concesionario: se llama Octavia Combi.