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Seat Toledo a los 25.000 kilómetros Fiel compañero

Tal y como se encuentra el mercado, si disponemos de 21.600 euros para adquirir un coche, tenemos mucho donde elegir, entre ellos el Seat Toledo 1.6 TDI de 105 CV Style, que incluye ESP, 6 airbag, climatizador, control de velocidad…

Y si contamos el descuento de Seat y el Plan PIVE3, se nos queda en poco más de 17.000 euros, lo que estrecha el cerco si buscamos un coche polivalente. Y es que el Seat Toledo nos sorprendió en su día -lo probamos en octubre de 2012- con un interior espacioso, un maletero gigante y en este caso, con un motor solvente y que además gasta como un 'mechero'.

Tan agradable nos pareció que insistimos a Seat para que nos prestara una unidad durante un largo periodo de tiempo con el fin de comprobar si era tan fiable y económico como contaban. Seat aceptó el reto y en noviembre apareció en la redacción un Toledo 1.6 TDI 105 Style en color 'capuccino beige' y con opciones como el navegador o las llantas de 17''.

Indicaba menos de 1.000 kilómetros y verificamos los diferentes niveles, la presión de las ruedas… Tal y como haría cualquier propietario. Durante los primeros kilómetros lo tratamos con mucho mimo, no obstante está en rodaje, y nos sirve para ir aclimatándonos a su habitáculo, con una buena ergonomía. Todos hemos echado en falta unos mandos para controlar las ventanillas traseras desde el puesto del conductor -problema subsanado por Seat en la nueva hornada de Toledo– o el limpiaparabrisas posterior -elemento que ahora es de serie desde el acabado Reference-.

Como si nada llegan las ansiadas vacaciones de Navidad. Todos hacemos planes y casi nos toca jugarnos a los chinos quién se lo lleva. Y no es porque haya que hacerle determinados kilómetros, sino porque el Toledo es un aliado ideal para viajar cinco ocupantes y todo su equipaje. Y además permite recorrer kilómetros y kilómetros con un consumo mínimo. Pero antes de partir, hay que hacer una excursión a las pistas de pruebas del INTA para medir sus prestaciones. Los datos obtenidos en las aceleraciones y recuperaciones reflejan la voluntad que pone el motor 1.6 TDI de 105 CV -ahora está disponible el 1.6 TDI de 90 CV-, el cual funciona de manera suave y agradable. Estos datos se corroboran a la hora de viajar, pues se pueden realizar adelantamientos en carreteras de doble sentido con total naturalidad, pero para más tranquilidad, mejor reducir de quinta a cuarta velocidad. También sus distancias de detención son magníficas, y necesita 53 metros para pasar de 120 km/h a cero.

Parte de culpa la tienen sus neumáticos Dunlop en medida 215/40 R17, que también mejoran el comportamiento en seco. Sin embargo cuestan unos 150 euros la unidad, un precio algo elevado para un vehículo que a priori tiene filosofía de pseudo 'low cost'.

Este Seat Toledo sólo tiene recomendador de marcha, pero no 'Start/Stop', que se reserva al acabado Ecomotive -400 euros más caro-. El Ecomotiva anuncia un gasto de sólo 4,0 l/100 km por los 4,4 de consumo medio de nuestro Toledo.

Gasto medio real de 5,6 l/100 km

Conseguir esas cifras es complicado, pero medimos un gasto medio real de 5,1 l/100 km, mientras que durante los 25.000 kilómetros el consumo real se elevó hasta los 5,6 l/100 km -1.400 litros de diésel-, ya que la inmensa mayoría de los kilómetros se recorrieron por vías rápidas y con el aforo completo. Aún así, los 55 litros que entran en su depósito dan para recorrer casi mil kilómetros entre repostaje y repostaje.

Todos hemos alabado el consumo de este Toledo, pero también hemos dado un tirón de orejas a una suspensión demasiado seca en piso bacheado, sensación que se incrementa con el bajo perfil de sus neumáticos, que se encontraban a la mitad de su vida útil cuando finalizó el test de estos 25.000 kilómetros, durante los cuales recorrimos la Península Ibérica de cabo a rabo. Y no se han realizado dichos kilómetros a un ritmo frenético, sino más o menos como los haría cualquier propietario -25.000 km/año, que son 68,5 km/día-, incluyendo desplazamientos de casa al trabajo y viceversa, además de los típicos viajes de vacaciones o las escapadas de fin de semana.

Otro aspecto a alabar del Seat Toledo ha sido que durante todo este tiempo no hemos tenido que acudir a ningún taller de la marca, ni para realizar la típica revisión de mantenimiento. El Seat Toledo equipa el indicador variable de mantenimiento y en los 25.000 kilómetros no nos ha avisado para efectuar dicha revisión, que suponemos se habría tenido que realizar más cerca de los 30.000 kilómetros.

Por su parte, frenos, amortiguadores y el resto de piezas de desgaste han aguantado a la perfección, sin mostrar síntomas de desgaste. Eso sí, un día al bajar el parasol del conductor con más impetu del debido, el soporte acabó por el suelo, mientras que si apretábamos con energía los mandos de los elevalunas, éstos parecian hundirse más de lo normal en su soporte.

El nuevo Toledo ha cubierto con nota esos 25.000 kilómetros que nos marcamos como prueba de fuego. La totalidad de los probadores que han viajado al volante de la berlina española se han sorprendido del agrado de conducción y los bajos consumos obtenidos, pero también del aprovechamiento que Seat ha hecho del espacio. Le echaremos de menos.