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Seat Ateca 1.0 TSI Style Ecomotive. A mucha honra

¿Para que usan muchos automovilistas los SUV? Pues para lo mismo que un turismo convencional… pero viviéndolo desde 15 centímetros más arriba. Mucha ciudad y autovía, cero excursiones 'off road', algunos viajes en familia, infinitas tareas diarias… Ese colectivo no necesita tracción total, pues se conforma con un vehículo que, llegado el caso, sea capaz de rodar por buenas pistas; y tampoco demanda motores de alta potencia, pues los límites legales son los que son y la red viaria ya permite desplazamientos rápidos a ritmos tranquilos.

De ahí que modelos como el Ateca 1.0 TSI se ajusten a tantos potenciales clientes. Y encima, de gasolina, lo que para algunos empieza a ser una ventaja. En concreto, el fabricante español emplea en su Ateca Ecomotive TSI -también lo hay diésel, con el 1.6 TDI de similar potencia- el moderno tricilíndrico de 999 centímetros cúbicos, que con el turbo y la inyección directa genera 115 CV y, casi mejor aún, un par máximo constante de 20,4 mkg entre 2.000 y 3.500 vueltas. Por debajo de 1.800 revoluciones no hay mucho que 'rascar', pero entre ese punto y las 5.500 rpm la energía aparece con relativa claridad. Y como esta versión del Ateca es ligera -motorcito, tracción delantera, cambio manual…-, las prestaciones son más que correctas. E incluso mejores de lo anunciado, como esos 10,8 segundos reales invertidos en alcanzar 100 km/h o los 8,6 necesarios para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta. Sin ir más lejos, el Mokka X que probamos -automático, 152 CV y tracción total- dedica a esas maniobras, respectivamente, 10,4 y 7,6 segundos.

El Ateca 1.0 TSI no es un cohete pero anda más de lo esperado, ayudado por una caja de seis marchas de manejo rápido y con desarrollos adecuados. Además, la mecánica no suena a 'tres cilindros', salvo un poco al acelerar con fuerza desde bajo régimen, de forma que puede hablarse de agrado general. Y su gasto es ajustado, pues rondaremos los 6 litros reales si mimamos el acelerador y los 7,3 l/100 km medidos en nuestro recorrido mixto están bien. No obstante, si queremos un Ateca aún más ahorrador, mejor diésel: 6,7 l/100 km reales le medimos en su día a la versión 2.0 TDI 4Drive de 150 CV y cambio manual, que sorprendentemente no anda mucho más.

Y el buen rendimiento general del 1.0 TSI se asocia a otras virtudes, como un chasis muy equilibrado: dirección precisa, paso por curva ágil y con poco balanceo, frenos potentes… Puestos a mejorar, estaría bien eliminar el patinado inicial al acelerar con fuerza desde parado, corto pero suficiente para llamar la atención. Y pediríamos también -sobre todo en la segunda fila- plásticos de mayor calidad, único inconveniente de una carrocería que, sin ser aparatosa, resulta amplia y muy funcional, y ofrece un gran maletero.

La clave

Habíamos probado el eficiente motor 1.0 TSI de 115 CV bajo el capó de modelos del grupo como el Skoda Octavia o el Volkswagen Golf. Y las conclusiones fueron siempre positivas. Ahora ocurre lo mismo con el Seat Ateca, que dotado de este tricilíndrico de gasolina pasa a ser uno de los SUV más racionales del momento.