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Lexus RX 450h Luxury. El lujo de viajar en un híbrido

Hay pocas marcas tan concienciadas con el medio ambiente como Lexus en nuestro mercado, donde ofrece una gama compuesta por 39 versiones diferentes -fruto de combinar sus siete modelos y varios equipamientos-, de las cuales 36 apuestan por mecánicas híbridas, pues sólo el Lexus RC F tiene un motor 5.0 V8 con 477 CV y en breve llegarán los Lexus GS F con esa misma mecánica.

El Lexus RX fue el primer 'crossover' del planeta en estrenar esta tecnología, y el nuevo no iba a ser menos y regresa con una mecánica híbrida revisada en todos los sentidos y que se oculta bajo una carrocería 'atrevida'. Aunque el Lexus NX, lanzado el pasado año, le ha allanado el camino a estas afiladas líneas exteriores. Ahora este RX crece 12 centímetros para llegar a los 4,89 metros de largo -4,63 el NX-, más que muchos de sus rivales directos. Pero, a pesar de ello, su interior sigue sin ofrecer siete asientos.

Comodidad interior de primera

Lexus y la tecnología híbrida van de la mano, y hasta que la recarga inalámbrica no se popularice la firma nipona no ofrecerá ningún híbrido enchufable, solución ya común entre sus competidores. Hasta entonces, lo que esconde este nuevo RX 450h es lo más de lo más.

Nos acomodamos en unos de los asientos más cómodos del mercado, gracias en parte al suave tapizado en semianilina que recubre todo el habitáculo. Tienen regulación eléctrica -también el volante-, climatización y ventilación. Son de serie en el nivel Luxury, el más completo de cuantos se ofrecen, pero es 28.500 euros más caro que el ECO a igualdad mecánica. Conviene acertar con el acabado elegido, pues ningún Lexus RX ofrece opciones salvo la pintura metalizada, los diferentes accesorios o el navegador, en el caso de las dos versiones 'básicas'.

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El puesto de conducción es muy bueno, tanto como su acabado y para rozar el 10 le faltan unas bolsas en las puertas tapizadas para que no suene lo que dejemos en ellas o los asientos con masaje. Hay mucho espacio en su interior, con un piso plano -no hay túnel de transmisión- y una banqueta trasera que se puede desplazar longitudinalmente 12 centímetros, pero con una plaza central trasera justa en altura: coincide un asiento más elevado y duro con la posición de la luz interior, por lo que ofrece sólo 86 centímetros. El maletero es correcto, pero no hay rueda de repuesto ni un portón de apertura 'sin manos' y la bandeja es 'engorrosa'.

Puede parecer un contrasentido ofrecer un 'crossover' de casi cinco metros para circular por ciudad, pues es donde realmente brilla gracias a su mecánica. Aquí se beneficia de la potencia de sus motores eléctricos y se puede impulsar hasta los 60 km/h sin gastar ni gota al activar el modo EV. Eso sí, durante unos dos kilómetros y siendo muy suaves con el acelerador para no despertar a su 3.5 V6. El cambio CVT es suave, y rondar los 7 l/100 km es sencillo. Sorprende su sistema de visión 360º que se activa de forma automática al llegar a cruces o a la salida de los aparcamientos.

Para disfrutar en carretera

Pero este 'crossover' no es un utilitario, y donde verdaderamente se disfruta es en carretera abierta. Rueda por vías rápidas como una berlina de lujo y nos obsequia con un aislamiento máximo del exterior tanto a nivel de suspensiones como de ruido. Rodar kilómetros y kilómetros es un juego de niños mientras disfrutamos de su equipo de sonido Mark Levinson con 15 altavoces o su sistema multimedia, que se controla desde un 'ratón' central que no es de lo más intuitivo del panorama actual. Lleva tiempo habituarse a él y a los completos menús que se visualizan en su pantalla de 12,3 pulgadas, que está lejos y no es táctil.

Ahora podremos ir variando sus modos de conducción -ECO, Normal, Sport y Sport+-, y esta versión suma un quinto denominado 'Customize' para poder personalizar el tacto del acelerador, el climatizador o la suspensión en los programas Normal o Sport.

El cambio de variador contínuo se ha mejorado y sus dos motores eléctricos generan gran potencia, de manera que ahora, al querer ganar velocidad de forma repentina -al efectuar un adelantamiento por ejemplo-, no se obliga al 3.5 V6 a subir en exceso de revoluciones y el sonido que llega al habitáculo no es tan acusado como antes. Sombra común en este tipo de cambios automáticos.

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Un consumo razonable

Es cierto que el mayor peso de impulsar sus 2.210 kilos a altas velocidades recae en el motor térmico, pero siempre se ayuda de los eléctricos para minimizar el gasto, que en estas circunstancias no es bajo, pero equiparable a lo que ofrecen sus rivales con mecánica diésel de potencia semejante -un Audi Q7 3.0 TDI de 272 CV gasta a 120 km/h 8,8 l/100 km, y su media es de 7,8 l/100 km-. Es más, en ciclo mixto ha gastado un litro más que el Lexus NX 300h que ya probamos en Motor16.

El nuevo chasis del RX 450h le confiere, además de confort, un gran dinamismo, algo que queda patente al seleccionar los modos Sport o Sport+. Echamos de menos unas levas en el volante desde las que poder cambiar entre sus seis velocidades, número al que se limita su caja CVT en esta posición. Sorprende su dinámica, teniendo en cuenta su altura o su peso, y se nota que ahora Lexus ha pensado en Europa y no tanto en Estados Unidos. Su carrocería balancea poco ayudada por la suspensión adaptativa ?habría que probar la versión F Sport con estabilizadoras activas?, del mismo modo que la dirección y el pedal del freno siempre nos aportan ?feeling?, algo que no siempre sucede en vehículos híbridos, y más cuando sólo te desplazas con la energía de su batería. También frena muy bien, y eso que el día que medimos prestaciones el asfalto estaba húmedo.

Tampoco esto fue impedimento para registrar buenos datos de aceleración o recuperación, propios de un corpulento 'crossover' capaz de ofrecer 313 CV de potencia.

El 'off road' no es su fuerte

Este Lexus RX 450h tiene casi 20 centímetros de altura libre al suelo, pero las excursiones 'off-road' no son su fuerte. Cuenta con un motor eléctrico en su eje posterior para convertirlo en 4×4, pero sin conexión mecánica entre el eje delantero y el trasero. No ofrece un modo específico para convertirlo en 4×4, por lo que en situaciones de baja adherencia debemos confiar en que la electrónica está trabajando para avanzar con seguridad.

Precisamente 'seguridad' es su segundo nombre, y en su equipamiento sólo echamos en falta los airbag laterales traseros. El resto que puedas imaginar es de serie y va desde el Head-Up Display hasta los sensores de ángulo muerto, pasando por la frenada de emergencia en ciudad o el avisador de cambio involuntario de carril, que incluso permite ajustar en su nivel de asistencia y es muy práctico en este incansable viajero.

La clave

Se trata de un señorial 'crossover' que nos obsequia con el mismo confort de una berlina de lujo. También los iguala en equipamiento, por lo menos este Luxury, con un precio muy superior al resto de versiones. Lexus sigue apostando por la tecnología híbrida 'a secas' cuando la mayoría de sus rivales ofrecen modelos plug-in más eficientes. Ahora bien, sorprende con su consumo, su facilidad de uso, sus prestaciones y por su refinamiento. Sin duda un 'crossover' diferente al resto y premium a más no poder.