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Opel Corsa 1.4 Turbo. Responde como debe

Sin contar la variante que admite gas GLP, siete motores componen la familia Corsa: los dos diésel 1.3 CDTI, con 75 y 95 CV, y cinco de gasolina, con el poderoso OPC de 207 CV en la cumbre y dos mecánicas atmosféricas 1.4 en la base que, con 75 y 90 CV, dan de sí lo justo. Tanto, que los interesados en un Corsa de gasolina racional deberían apuntar hacia el avanzado

 o el 1.4 Turbo de sólo 100 CV que nos ocupa.

Y decimos 'sólo' porque extraña un valor tan modesto en un 1.4 sobrealimentado, pues la propia Opel ofrece varios modelos con motor 1.4 Turbo de hasta 140 CV, y algunas marcas rivales pusieron el listón en 180 a partir de similar cilindrada. Sin embargo, la casa germana defiende su existencia por el generoso valor de par y su progresividad, sinónimo de buena respuesta al acelerar. De hecho, el flamante 1.0 Turbo de 115 CV anuncia 17,3 mkg entre 1.800 y 4.500 rpm, mientras que el 1.4 Turbo aquí probado rinde 20,4 mkg de 1.850 a 3.500 vueltas. Y ojo: los 100 CV están disponibles entre 3.500 y 6.000 rpm, que es tanto como decir que siempre están ahí.

Empuja con ganas y gasta lo justo

Además, el cambio tiene seis marchas para aprovechar aún mejor cada caballo, y el resultado general convence: pasa de 0 a 100 km/h en 11 segundos y, sobre todo, empuja muy bien, lo que se agradece en adelantamientos o al movernos por ciudad. Pero en carretera, eso sí, es más ágil el 1.0 Turbo de 115 CV si practicamos una conducción dinámica, y encima su consumo real es inferior: 6,5 l/100 medimos al 1.0 y 7,2 al 1.4 pese a sus 15 caballos menos.

Del resto, destacar la amplitud y la mejora protagonizada por el Corsa en el aplomo general -aunque la dirección nos parece muy suave en autovía-, además del progreso en su dotación de seguridad.