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Nissan Juke Nismo. Un GTI con grandes vistas

Nissan es una marca con una clara vocación en el mundo de la competición. Fruto de esa afición por las carreras nació la marca Nismo, que salpica con su 'sabiduría' deportiva a modelos como el Juke y, en breve, al 370Z.

La unión con el exitoso Juke puede parecer un contrasentido, ya que se trata de un 'crossover', de estampa elevada que poco tiene que ver con los GTI tradicionales del segmento, tipo Peugeot 208, VW Polo o Renault Clio (el RS de este último comparte motor con nuestro protagonista).

Dicho esto, el experimento le ha salido de maravilla a la marca nipona. Cabría cuestionarse sólo si merece la pena pagar los 5.080 euros que cuesta de más respecto al acabado Tekna Premium con el mismo motor.

Retoques en suspensión y dirección

Analicemos esto. El motor es el mismo, el excelente 1.6 DIG-T que cuenta con inyección directa y turbo, pero eleva la potencia hasta los 200 caballos (sólo 10 CV más) e incrementa el par máximo en 1,0 mkg. Dicho así parece que sale caro, pero hay más.

También hay retoques en la suspensión y la dirección, la estética es mucho más agresiva y personal, y el equipamiento de serie algo más completo. Ahora quizás las cuentas cuadren mejor…

Lo primero que llama la atención del Juke Nismo es su estética, sin duda. Es más agresiva, pero también contribuye a mejorar la aerodinámica. La incorporación del spoiler trasero, los nuevos paragolpes y faldones laterales y las llantas de 18 pulgadas le dan un aspecto más musculoso y provocan un crecimiento a lo largo (30 milímetros) y a lo ancho (otros 5).

Habitáculo más deportivo

El interior también sufre cambios en la instrumentación, la palanca del cambio, el volante (forrado en Alcántara), los pedales (metálicos) o los asientos, mucho más eficaces a la hora de sujetar y tapizados en terciopelo.

Pero lo que pide esta versión es marcha y disfrute al volante. Arrancamos y el sonido del motor se hace evidente. Molesta lo justo a bajo régimen, donde recupera de maravilla, y se hace más evidente según subimos de vueltas, pero sin disparar los niveles de adrenalina.

Y no transmite porque engaña. Resulta tan suave, refinado y progresivo en su funcionamiento que corre, pero no lo parece. Mientras vamos insertando marchas, con una palanca de gran tacto aunque con recorridos algo largos para un 'GTI', el Juke Nismo coge velocidad hasta alcanzar los 215 km/h de velocidad máxima.

Excelentes prestaciones

Todo ha ido sin sobresaltos, así que consultamos los datos registrados por nuestro correvit y ahí es donde se quita la careta porque sus prestaciones son excelentes: incluso en el 0-100 km/h ha rebajado la cifra oficial hasta los 7,5 segundos. Tampoco tendremos mayores problemas para realizar un adelantamiento, pues para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad necesita sólo 5,6 segundos y apenas 159 metros de carretera despejada en el carril izquierdo.

Es rápido, pero la pregunta es: ¿cómo se comporta? Es un 'GTI' elevado y eso le puede pasar factura cuando hay que negociar curvas. En la práctica, la suspensión aguanta perfectamente la carrocería a la hora de controlar balanceos (los tarados son un 10 por ciento más rígidos en el Nismo) y se muestra más ágil de lo que parece a la hora de enlazar curvas.

Si incrementamos el ritmo en giros cerrados la cosa cambia un tanto, ya que no puede evitar ciertas pérdidas de tracción (señalar que los 200 CV actúan exclusivamente sobre el eje delantero) y una ligera tendencia a irse de morro. Por otro lado, las distancias de frenado registradas no han sido de las mejores (54,6 metros necesitó para detenerse por completo desde 120 km/h). Y eso que monta unos generosos neumáticos 225/45 R18.

Modo Normal, Eco y Sport

A la hora de circular contamos con el control dinámico (NDCS) que nos brinda tres posibilidades. En la pantalla podemos elegir entre el modo normal, el Eco (reduce las revoluciones del motor) y el Sport, que cambia el mapa del acelerador y de la dirección para que ambos tengan una respuesta más directa. Y por información que no sea, ya que también nos revela datos sobre el consumo, la velocidad media, la presión a la que trabaja el turbo o, incluso, una curva de fuerza G.

Ya hemos comentado que el interior goza de una personalidad propia. No hay cambios, sin embargo, en cuanto a habitabilidad se refiere. Delante su elevada altura le da un plus de visibilidad que se agradece sobre todo en el tráfrico urbano. Detrás el espacio es algo justo en cota de anchura y el escaso tamaño de las puertas dificulta un tanto el acceso a esas plazas.

La zaga se remata con un maletero que ofrece una capacidad de 251 litros, algo escaso para lo que se estila en modelos de tamaño similar.

No hay recortes, sin embargo, a la hora de valorar el equipamiento de serie, donde contempla elementos como el arranque sin llave, una cámara de visión trasera, un sistema de navegación con pantalla táctil, el climatizador o un control de velocidad de crucero.

En definitiva, el Juke Nismo ofrece un plus de efectividad deportiva sin comprometer el confort en el día a día.