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Mazda6. Ahorrar es lo suyo

El 95 por ciento de los coches que se venden actualmente en el mundo equipan motor diésel o de gasolina, y sólo el 5 por ciento restante emplea -como mecánica principal o de apoyo- un propulsor de otro tipo, animado por gas, hidrógeno o electricidad, por ejemplo. Las previsiones de Mazda para el año 2020 apuntan, de hecho, a que los vehículos de mecánica 'convencional' seguirán representando un 90 por ciento de las matriculaciones, y es por eso que la marca japonesa, al tiempo que investiga nuevas fuentes de energía aplicadas al automóvil, continúa evolucionando la tecnología de los motores de combustión, donde aún quedaba camino por recorrer. De hecho, podemos entender su Tecnología SKYACTIV como una verdadera reformulación de conceptos ya conocidos, lo que afecta tanto a los motores como al resto del vehículo: chasis, carrocería, transmisión… Mazda entiende sus nuevos modelos como un conjunto en el que todos los sistemas están interrelacionados y donde todo es optimizable, y el objetivo principal de SKYACTIV es lograr los niveles de consumo de combustible y de emisiones más bajos, pero sin renunciar al rendimiento o al dinamismo, que también son señas de identidad en la firma de Hiroshima. Y el Mazda6 es un ejemplo perfecto de ese concepto, pues combina la capacidad de respuesta de un coche deportivo con el confort de una berlina de primera clase.

Nueva tecnología

La Tecnología SKYACTIV está detrás, sin duda, de los espectaculares registros obtenidos en la prueba de consumo en carretera abierta realizada por Motor16. Inicialmente pensamos en llevarla a cabo con una unidad, pero después nos preguntamos: ¿por qué no hacerlo con un Sedán y un Wagon, y que cada uno equipe un motor diferente? La idea prosperó, y el resultado es esta ruta Madrid-Tarifa realizada en mayo con el Mazda6 Sedán 2.0 SKYACTIV-G de 145 caballos y el Mazda6 con motor 2.2 SKYACTIV-D de 150 caballos, ambos dotados del cambio manual SKYACTIV-MT de seis marchas. Nuestro objetivo, comprobar hasta qué punto ese conjunto de soluciones tecnológicas se adapta al uso real. Y al uso real 'de verdad', con nuestras carreteras, nuestra particular orografía, nuestras temperaturas -Sevilla 'ardía' a 40 grados cuando atravesamos la ciudad del Guadalquivir- o nuestras condiciones de tráfico.

 Y como referencias, unos datos homologados excepcionales, pues el  Mazda6 Sedán con motor de gasolina anuncia 5,5 l/100 km de media y 4,6 en ciclo extraurbano, mientras que el Mazda6 Wagon con mecánica diésel presume de 4,2 l/100 km de media y 3,8 en ciclo extraurbano. Recordemos que hablamos de modelos que miden más de 4,80 metros, y ya sólo acercarse a esos valores suponía un reto.

A la punta meridional de la Europa continental se puede ir desde Madrid por la Autovía de Andalucía A-4 o la Autovía de Extremadura A-5, pero imbuidos por la filosofía de Mazda de buscar caminos alternativos -el mejor ejemplo puede que sea su motor wankel rotativo, con el que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1991- pensamos en otro trayecto menos frecuente, pero incluso más lógico, saliendo de Madrid hacia Toledo, y desde allí, por la CM-42, hasta la localidad de Consuegra, famosa por sus molinos de viento y donde conectamos ya con la A-4 para poner rumbo a Andalucía: Córdoba, Sevilla, Jerez y, por fin, Tarifa. Un total de 750 kilómetros -con velocidad media superior a 100 km/h- a los que poníamos fin en la estación de servicio de esa ventosa localidad costera, donde el encargado del repostaje no salía de su asombro cuando le explicábamos que, después de nuestro test, la aguja del combustible aún estaba lejos de la reserva en los dos coches.

Y era lógico que ninguno hubiese entrado en reserva, porque el consumo real, coincidente casi 'a la décima' con el indicado por los dos ordenadores de viaje, había sido bajísimo.

Reducción del consumo

El Mazda6 2.2 SKYACTIV-D, por ejemplo, se había conformado con 3,95 l/100 km, muy por debajo de los 4,2 litros de media oficial, que ya suponen un 20 por ciento de reducción. Las claves de este motor, que cumple la norma Euro6 sin necesidad de caros sistemas de tratamiento de los óxidos nitrosos, son una relación de compresión de 14,0 a 1, un turbocompresor de doble etapa que garantiza la respuesta óptima a cualquier régimen -alcanza las 5.200 revoluciones por minuto-, la reducción del peso -25 kilos menos por su construcción en aluminio- y de las fricciones internas, o una mayor eficiencia cuando opera a baja temperatura -en los momentos posteriores al arranque- por su alimentación mediante inyectores piezoeléctricos de orificios múltiples.

Pero, en proporción, el valor real medido a su 'hermano' con motor de gasolina resultó aún más sorprendente: 4,38 l/100 km. Recordemos que en ciclo extraurbano homologa 4,6 l/100 km, y eso dice mucho en favor de cómo se adapta al uso real este SKYACTIV-G, que lleva al extremo las posibilidades técnicas de una mecánica de combustión, pues también se beneficia de una relación de compresión 14,0 a 1 e incorpora un sistema de escape 4-2-1 reservado hasta hace poco a vehículos de competición. El resultado, además de ese bajísimo consumo en el día a día, es una ganancia del 15 por ciento en el par motor, de modo que la respuesta a regímenes bajos y medios es generosa sin necesidad de recurrir a sobrealimentación.

Durante el viaje, no obstante, comprobamos que el motor es sólo una de las piezas de ese eficaz engranaje, y que el resto pone mucho de su parte cuando de ahorrar se trata. Juega un importante papel, por ejemplo, la eficaz aerodinámica, pues se aprecia cómo el Mazda6 avanza con una mínima resistencia del aire, lo que ayuda a minimizar el gasto aprovechando las suaves pendientes, donde es frecuente ver el indicador de consumo instantáneo marcando '0 l/100 km'.

Otro elemento que se muestra decisivo es el bajo peso. La Tecnología SKYACTIV implica una disminución de 100 kilos entre chasis y carrocería, factor determinante cuando afrontamos repechos, de los que hay muchos en un país como el nuestro, considerado el segundo más montañoso de Europa. Menos kilos significa menos consumo, aunque la ligereza del Mazda6 aporta otras ventajas que tienen mucho que ver con el confort, la agilidad y la seguridad, y que complementan a la perfección un chasis SKYACTIV donde dirección y suspensión han sido optimizados para generar disfrute. La marca lo llama 'Jinba Ittai', la unidad perfecta entre caballo y jinete descrita en la cultura japonesa, y damos fe de que los Mazda6 'tienen de eso'. Porque si el gasto real de nuestros protagonistas resultó sorprendente, no lo fue menos el confort o el agrado de la experiencia, pues una vez en el destino te bajas del coche como nuevo.