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Jaguar XF Sportbrake 2.2D. Familia con clase

Dicen que la primera impresión es la que vale y lo cierto es que con el XF Sportbrake la primera impresión siempre es buena. Pero también la segunda, y la tercera… Así se entiende que unos conocidos nada más ver el coche me propusieran llevar con él a una novia a su boda. ¿Pero os habéis fijado que es un familiar con portón trasero?, les dije. Pero no se habían dado cuenta, deslumbrados por un frontal espectacular y una silueta realmente exclusiva.

Una versión familiar

Anécdotas aparte, la marca británica se ha pensado bastante lo de volver al mercado de los 'break' con clase. De hecho el X-Type SW estuvo a la venta entre 2003 y 2009 y desde entonces los británicos prefirieron esperar a que el XF se consolidara en el mercado para acometer el lanzamiento de su versión familiar, ahora que parece que este segmento se anima un poco y que la berlina ha sido un completo éxito. Y no es de extrañar que vaya a más si todos los recién llegados aportan el punto de clase y poder de seducción con el que nos deleita el Sportbrake.

Como ocurre muchas veces, la ganancia de espacio en la zona de carga de la versión familiar con todas las plazas ocupadas y el cobertor que oculta el equipaje en su posición extendida, es mínima respecto al XF berlina. En concreto hablamos de tan sólo 10 litros extra que amplían el volumen total disponible de 540 a 550 litros. Sin embargo hay que pensar que esta versión Sportbrake mide exactamente lo mismo que la berlina, es decir 4,96 metros de longitud. Y también tiene la misma distancia entre ejes. Y lo que se persigue con el portón trasero, la bandeja desmontable y la facilidad para abatir los respaldos traseros dejando una superficie totalmente plana, es multiplicar la versatilidad interior, como hace nuestro protagonista. Ello le permite llegar hasta los 1.675 litros de volumen de carga y los 1.970 mm de longitud interior disponible, abatiendo los asientos traseros y retirando la bandeja, algo que sería imposible en la berlina.

Además en Jaguar han querido cuidar hasta el último detalle del pilar B hacia atrás, es decir desde la mitad del coche hacia donde el tercer volumen del sedán se convierte en este caso en una prolongación del techo en línea descendente. Estas formas proporcionan al Sportbrake una silueta elegante y deportiva simultaneando el diseño con la practicidad, una combinación no muy habitual por lo complicado de alcanzar el éxito en el resultado final. Además, las nuevas formas permiten que los pasajeros de atrás tengan 48 mm de espacio adicional para la cabeza.

Decimos que se ha cuidado al máximo la zona de carga, de hecho se ha cuidado lo necesario como para que el coche puede seguir manteniendo su estatus de modelo de lujo pero a la vez ofrecer la parte práctica que un usuario busca en una carrocería de estilo familiar cuya inversión en este caso le va a suponer un incremento de 2.675 euros respecto a la berlina. Una cantidad totalmente justificada si realmente se le va a dar uso a un maletero de acabado exquisito y detalles de gran valor.

Para empezar el portón trasero es eléctrico y de altura regulable. Puede parecer un capricho poco útil, pero cuando te acostumbras al jamón de Jabugo… Una vez abierto, deja paso a un espacio cubierto de gruesa moqueta surcada por un sistema de railes y argollas deslizantes que permiten afianzar cualquier bulto con facilidad. Además, encontramos una toma de corriente, dos luces de cortesía de tecnología led, una percha plegable en el lado izquierdo, un hueco con tapa en ese mismo lado y otro con red en el contrario, un piso/tapa que al plegarse puede hacer las veces de separador de carga y que oculta la rueda de repuesto de emergencia (135/70 R16) y dos baterías; y además, una bandeja cubre equipajes que se puede retirar de la forma tradicional o se puede subir para facilitar la carga mediante unas guías. El problema es que hay que acostumbrarse a bajarla de nuevo antes de cerrar o se quedará arriba, dificultando la visión por el espejo retrovisor interior. Desde la zona de carga también se pueden abatir de forma asimétrica los respaldos. Se logra de una forma sencilla y cómoda con sólo accionar dos tiradores situados a ambos lados, ampliando el maletero con una superficie plana muy útil. Y para los amantes del golf, decir que gracias a la anchura de 1.064 mm, en el maletero del Sportbrake cabe una bolsa de palos de golf a lo ancho.

Comentábamos unas líneas atrás que los pasajeros de atrás han ganado centímetros de espacio libre al techo, sin embargo el túnel central que recorre el piso longitudinalmente mantiene su desmesurado tamaño de 22 centímetros de ancho por 22 de alto, dificultando el acomodo de las piernas de un tercer ocupante adulto en el asiento trasero.

Un gran consumo

El XF Sportbrake 2.2 D pesa 90 kilos más que la versión equivalente en carrocería berlina. Pero este pequeño lastre no supone una pérdida clara de prestaciones ni tampoco un aumento del consumo, que se mantiene en cifras prácticamente idénticas al homologado por la berlina. Este 4 cilindros cuya potencia ahora ha aumentado hasta los 200 caballos, resulta un poco ruidosillo en frío y a baja velocidad, una rumorosidad que choca en un coche de este nivel pero que se olvida tan rápido como se detecta ya que una vez en marcha o circulando por autovía o autopista el XF familiar disminuye sus decibelios hasta niveles casi inaudibles. El 'Stop/Start' de serie es rápido e inteligente pero algo brusco cuando arranca el coche. En cualquier caso es bien venido porque reduce el consumo real en ciudad a poco más de 7 l/100 km. Hay variantes del XF Sportbrake diésel con 240 y 275 caballos a partir de un motor V6 de 3.0 litros de cilindrada. Sin embargo los 200 caballos de este 4 cilindros no se van a quedar cortos en el 90 por ciento de las ocasiones. Lo mejor de todo en cualquier caso es el cambio automático de 8 velocidades con levas en el volante y posición deportiva y de invierno. Este cambio permite circular a 120 km/h en 8ª a poco más de 1.500 rpm con un consumo medio de menos de 6 litros cada 100 kilómetros en situaciones ideales de tráfico y carretera.

Lleve la carga que lleve en su maletero el Sportbrake mantendrá al altura gracias a la suspensión trasera neumática autonivelante que reemplaza los muelles instalados en la berlina. Esto favorece la estabilidad y el comportamiento que básicamente se mantiene sin cambios respecto a la berlina. Sin embargo no nos parece justo que los clientes del Sportbrake con este motor que echen de menos algo más de firmeza, no puedan solicitar la opción de la suspensión regulable (Adaptive Dynamics) (por 1.320 euros) sólo disponible para los motores de mayor cilindrada.

Hay un XF Sportabrake diésel de 200 caballos con bi-xenón, asientos de piel, acceso y arranque sin llave y un equipamiento completísimo por 50.000 euros, pero hemos probado el top en nivel de acabado y equipamiento, y su precio sigue siendo muy competitivo frente a unos rivales menos exclusivos.

Rivales

Jaguar XF 2.2D 200 CV SPORTBRAKE

Precio: 61.336 €Consumo: 5,2 l/100 kmDe 0 a 100 km/h: 8,8 sMaletero: 550 l

Aunque no se lo van a poner fácil sus rivales, el Jaguar tiene buenos argumentos para defenderse bien. Por ejemplo si igualásemos en sus rivales el equipamiento con el que cuenta el modelo británico veríamos que el Sportbrake tiene un precio muy competitivo. Además, nunguno ofrece una zona de carga tan cuidada. Lo mejor de su conjunto mecánico es el cambio de 8 marchas.

Audi A6 AVANT 3.0 TDI 204 CV

Precio: 52.310 €Consumo: 5,2 l/100 kmDe 0 a 100 km/h: 7,4 sMaletero: 565 l

Es el único que utiliza un motor de seis cilindros y se nota en el refinamiento y en la forma de entregar la potencia. Sin embargo no es el más rápido aunque su consumo se mantiene en línea con el de sus rivales. También ofrece un maletero similar al de todos menos al del Mercedes, más grande. De partida es el más barato del grupo pero igualando equipamiento la cosa se iguala.

BMW 525 d TOURING 218 CV

Precio: 54.374 €Consumo: 5,1 l/100 kmDe 0 a 100 km/h: 7,2 sMaletero: 560 l

EfficientDynamics de BMW da buenos resultados en este modelo ya que combina el mejor dato de aceleración con el mejor de consumo. Son diferencias mínimas pero importantes. También hay que pensar que es el más potente del grupo. Al igual que Audi y Mercedes, parte de un precio inferior pero si se iguala el equipamiento con el británico, terminan siendo bastante más caros.

Mercedes E 250 CDI ESTATE 204 CV

Precio: 56.177 €Consumo: 5,2 l/100 kmDe 0 a 100 km/h: 7,8 sMaletero: 695 l

La berlina familiar con mayor capacidad de maletero es este Mercedes que ofrece nada menos que 125 litros más que el rival más capaz. Es tanto el espacio disponible en este modelo de formas más angulares, que incluso opcionalmente ofrece una tercera fila de asientos con dos plazas adicionales. A igualdad de equipamiento el modelo de la estrella es unos 6.000 euros más caro que el Jaguar.