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Volvo S90 / V90. De nuevo en la cumbre

El Volvo S90/V90 es un coche de casi cinco metros de longitud que llegará a los concesionarios españoles antes del verano. Inicialmente se comercializarán los modelos con dos variantes diésel, con el motor D4 de 190 caballos y el D5 con 235 caballos. El primero de ellos sólo con tracción delantera, mientras que el D5 se ofrece con tracción total. Y el cambio será automático, de 8 marchas, en toda la gama. En cuanto a las variantes de gasolina, también serán dos, el T5, con tracción delantera y 254 caballos y el T6, de tracción total y 320 caballos.

Más adelante la gama se completará con las versiones D3, D4 AWD y T8 AWD, y con la caja de cambios manual. Las versiones AWD de tracción integral incorporan un árbol de transmisión convencional, excepto el modelo T8 AWD. En éste, que es el más prestacional de la gama, las ruedas traseras las mueve un motor eléctrico de 65 kW de potencia y 24,5 mkg de par, cuya batería -recargable en la red- no roba espacio útil pues va donde los otros S90/V90 AWD llevan el árbol de transmisión. Unido al motor de gasolina de 320 CV, este sistema híbrido totaliza una potencia máxima de unos 407 CV, y permite una autonomía de hasta 45 kilómetros en modo eléctrico.

Nueva plataforma SPA

La plataforma modular SPA integra, pues, las tecnologías más modernas y originales. En el chasis, los S90/V90 incorporan suspensiones de dobles triángulos delante y eje multibrazo atrás, éste con una ballesta transversal en material composite, menos voluminosa que los muelles tradicionales, con la que se gana espacio para el maletero y para los semiejes de las versiones con tracción a las cuatro ruedas. Otra ventaja de la plataforma SPA son los aceros de alto índice de elasticidad -el 35% de ellos, estampados en caliente-, que disminuyen el peso frente a modelos anteriores. También el centro de gravedad es más bajo. «Pesan muchísimo menos, y son los Volvo más dinámicos jamás fabricados», dicen los ingenieros suecos. También los motores de combustión interna son de nueva generación como en el XC90, todos de cuatro cilindros con las particularidades que se comentan en cuadro aparte.

Desde el punto de vista de la seguridad, los modernos aceros -y aluminio- empleados en la estructura ofrecen la máxima capacidad de absorción, resistencia y ligereza. Asimismo hay otros muchos detalles para hacer más segura la conducción y proteger al máximo en caso de accidente. Por ejemplo, el sistema que detecta tanto de día como de noche la presencia de peatones, ciclistas o animales en la trayectoria del coche, frenando automáticamente si es necesario; la cámara de visión cenital 360o, tan útil en maniobras; una pieza metálica fusible en la base de los asientos delanteros que reduce un 30% la energía sobre la columna vertebral en caso de fuerte impacto vertical contra el suelo; los componentes del IntelliSafe, que mantienen la velocidad y el carril hasta 130 km/h, evitando también posibles salidas de carretera; las órdenes vocales para introducir un destino en el sistema de navegación; o los filtros de aire de carbón activado del sistema de climatización, que filtran los olores químicos.

En definitiva, la generación 90 marca un antes y un después en la trayectoria de Volvo, que, dentro del universo del fabricante chino Geely, ha dispuesto de los recursos suficientes para desarrollarse nuevamente al máximo nivel con identidad propia.

La otra cara de la sobrealimentación

El motor diésel incorpora la primicia del sistema Power Pulse sobre las versiones D5 automáticas de S90 y V90. Sirve para anular el tiempo de respuesta del turbo en arrancadas y recuperaciones, mediante un soplo de aire comprimido a 14 bar, desde un depósito de 2 litros hasta la turbina. El depósito se llena automáticamente de manera continua. Audi y Controlled Power Technologies, por ejemplo, utilizan con el mismo fin un turbo de accionamiento eléctrico. En gasolina, la sobrealimentación es doble en los T6 y T8. Hasta 3.500 rpm trabajan conjuntamente un compresor volumétrico y un turbo; pero por encima de ese régimen, solamente lo hace el turbo.

Estilo propio. Pasión por el detalle

Es tal vez en el interior donde el diseño sueco cobra un mayor protagonismo. Si la parrilla de los S90 y V90 se inspira en el frontal del clásico coupé P 1800 -fabricado de 1961 a 1973-, los detalles interiores destacan por la belleza derivada de la sencillez, la funcionalidad y el minimalismo, con una calidez única típicamente escandinava. Los materiales empleados están al máximo nivel: acabados interiores en metal, fibra de carbono de acabado mate, madera de nogal y madera de una especie de abedul que sólo se da en Escandinavia; o cristal de Orrefors en el pomo del cambio.