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Smart ForFour. Para cuatro

Entre 2004 y 2006 Smart ya comercializó un Forfour, pero el «experimento» -el coche compartía diversos elementos mecánicos con el Mitsubishi Colt de la época y se fabricaba en Holanda- no funcionó lo bien que se esperaba y la marca alemana desistió. Sin embargo, ahora vuelve a la carga, y lo hace con un vehículo de personalidad «más Smart» que el primero, que estaba dotado de tracción y motor delanteros. Así, el nuevo Forfour es un «todo atrás» como el Fortwo -motor y tracción posteriores-, y las similitudes son casi totales en la mayoría de apartados. En el capítulo estético, por ejemplo, frontal y zaga son exactos en ambos modelos, y la gran diferencia tiene que ver con esos 80 centímetros extra de longitud, que permiten ubicar una segunda fila con dos plazas extra. Aunque la marca presume de un índice de habitabilidad excelente -la cota de longitud interior es un 77 por ciento del largo exterior-, lo cierto es que dos adultos viajarán muy apretados en la parte trasera. Y es curioso que el maletero, con todas las plazas en uso, sea más pequeño que el del Fortwo: 185 litros frente a 260. Pero si abatimos el respaldo posterior -queda un suelo completamente plano, muy elevado debido a que el motor va debajo de la zona de carga- el volumen crece hasta 975 litros. O incluso más, pues el respaldo del acompañante delantero también puede abatirse. Si seguimos con los aspectos prácticos hay que resaltar la mínima capacidad de la guantera, aunque también hay sorpresas agradables, como el sistema Readyspace opcional -255 euros-, que permite bascular 180 grados hacia adelante cada sección de la banqueta posterior para ganar 12 centímetros de altura de carga. Eso, por ejemplo, ayuda a transportar mejor los objetos grandes.

Interior idéntico al Smart ForTwo

El Forfour, como el Fortwo, destaca por la eficacia y comodidad de los asientos, y por un tablero bastante sencillo en el que no todos los mandos parecen bien ubicados, como la regleta de botones situada a la izquierda del volante. Pero la postura al volante -regulable sólo en altura- es buena, y el acabado es correcto, aunque en las primeras unidades probadas se percibían ciertos detalles de ajuste a corregir.

Disponible con 71 y 90 CV por ahora

Al ser más largo y tener 62 centímetros más de distancia entre ejes las sensaciones al volante cambian bastante. Y a mejor, porque el Forfour es menos «saltarín» con mal firme y se adapta bien al uso por carretera o autovía, donde el motor 1.0 de 71 CV -más adelante se ofrecerá también el turboalimentado de 90 CV, que pudimos conducir durante esta primera toma de contacto en Cataluña- se muestra voluntarioso. Incluso en vías de montaña se mueve con cierta agilidad gracias a la ligereza del conjunto, aunque el tarado de ESP y ABS nos ha parecido mejorable, pues ambos dispositivos intervienen muy pronto. Los estrechos neumáticos delanteros causan una clara tendencia al subviraje si avivamos el ritmo, mientras que el tren trasero se comporta a la perfección, mucho más «amarrado».

En el Fortwo, más urbano, no hemos criticado los 28 litros del depósito, pero sí lo haremos en este caso, pues el Forfour tiene posibilidades más ruteras. Para viajar cómodamente, mejor pedir el tanque de 35 litros: 70 euros. En cuanto al equipamiento, de serie lleva climatizador, radio, cinco airbag, asistente de viento lateral, función de ahorro «Stop/Start», control de presión de neumáticos, llantas de aleación, anclajes Isofix o elevalunas eléctricos delanteros. Pero no nos gusta que las ventanas traseras tengan apertura de compás, una solución «poco premium».