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Nuevo Mazda3. Muchas pequeñas cosas

No muchos vehículos pueden presumir de haber superado los 5,2 millones de unidades a nivel mundial. Uno de ellos es nuestro protagonista, el Mazda 3, un modelo realmente equilibrado en todos los aspectos y que ha sido vital para la marca en nuestro mercado, aunque el empuje en los últimos tiempos del segmento SUV le ha relegado al tercer puesto en cuanto a ventas en España, por detrás del CX-5 y del CX-3.

Sin embargo, cuando algo funciona y gusta, mejor tocarlo lo mínimo. Eso es lo que han hecho sus responsables, actualizarlo de una manera muy sutil, nada radical, aunque cuando entramos en materia comprobamos que sí hay una larga lista de mejoras… y en varios frentes.

Es cierto que para descubrir los cambios estéticos hay que fijarse más de la cuenta. Si lo hacemos comprobamos que modifica la parrilla y el paragolpes frontal, los grupos ópticos y los espejos retrovisores incorporan ahora luces de intermitencia. También se modifica el paragolpes trasero en la carrocería cinco puertas, pero queda tal cual en la variante SportSedan.

Nuevo volante y Head up Display mejorado

Si nos acomodamos en el interior también descubrimos avances significativos. El volante presenta unos radios más delgados y sus mandos se ubican en una posición más lógica y ergonómica. Además presume de una sensación de mejor agarre y puede estar calefactado, aunque finalmente esta opción no se contempla en el mercado español. Además, se ha mejorado la definición del Head up Display escamoteable, ya en color y con más información, como la que proviene del lector de señales de tráfico

Si nos centramos en el lado más práctico observamos que las 'bolsas' de las puertas son más generosas y se ha rediseñado la consola central gracias a que se estrena un nuevo freno de estacionamiento, ahora eléctrico, liberando espacio en esa zona.

Bajo el capó no hay cambios. Se mantiene las oferta de cinco motorizaciones, tanto las tres variantes de gasolina, el 1.5 de 100 caballos y el 2.0, con 120 y 165 CV, y los dos diésel, el 1.5 con 105 CV y el 2.2 biturbo, ya con 150. Sin embargo, estos dos últimos sí que incorporan una serie de tecnologías orientadas a limitar la sonoridad y las vibraciones, lo que unido al trabajo de insonorización realizado en las puertas o en el túnel de transmisión, ha motivado un mayor confort acústico en el habitáculo.

Tampoco hay novedades en cuanto a las cajas de cambio, manuales o automáticas con convertidor de par de seis relaciones en todos los casos. Sin embargo, la transmisión automática asociada a la versión de gasolina de 120 caballos cuenta con la función Drive Selection que permite al conductor elegir un modo Sport para configurar el vehículo de una manera más deportiva a nivel de motor y cambio. Esta opción no se contempla con los motores diésel.

Dinámica más estable

Otra de las joyas tecnológicas que incorpora el nuevo Mazda3 es el denominado G-Vectoring Control. Este avanzado control vectorial de par utiliza la información del motor, la transmisión y el chasis para optimizar la tracción en curva. También monitoriza la posición de la dirección y del acelerador, transfiriendo el peso al eje delantero e incrementando, por lo tanto, el agarre del neumático delantero exterior. Además se ha aprovechado para revisar los amortiguadores y la estabilizadora delantera, con el fin de ganar puntos en dinámica y en confort de marcha.

Lo cierto es que este modelo ya contaba con un comportamiento muy sólido y estable, pero esta serie de mejoras le sitúan un paso por encima. Precisamente tuvimos ocasión de probar la mencionada variante de gasolina con 120 caballos, automática y con el Drive Selection. Se nota el cambio de carácter al apostar por la configuración Sport, en modo secuencial no protege al motor si apuramos en la zona alta del tacómetro (llega al corte, afortunadamente) y se mueve con agilidad en zonas de curvas. Sin embargo, sí que se incrementa la sonoridad del cambio algo más de lo que esperábamos.

Afortunadamente no tuvimos ocasión de comprobar los nuevos y evolucionados sistema que incorpora en materia de seguridad. La adopción de una nueva cámara frontal ha traído consigo mejoras evidentes. Por ejemplo, el sistema de asistencia a la frenada en ciudad avanzado ahora reconoce también a los peatones y amplía su rango de acción entre 4 y 80 km/h. Asimismo, la frenada de emergencia SBS ahora funciona entre 15 y 160 km/h. Como ya hemos comentado también incorpora un sistema de reconocimiento de señales de tráfico (identifica los límites de velocidad y prohibición) que se refleja en el Head up Display.

Por su parte, los faros Led Adaptativos (ALH) evitan los deslumbramientos con los vehículos que circulan de frente o por delante al apagar los módulos correspondientes sin desconectar las largas. Además, la luz de cruce cuenta con un haz más ancho y en autopista, a partir de los 105 km/h, se eleva el eje óptico para ver mejor más lejos. Su dotación se completa con elementos como un asistente de cambio involuntario de carril, un control del ángulo muerto generado por los retrovisores, un detector de fatiga del conductor, así como avanzadas plataformas de conectividad.

La renovada gama del Mazda3 ya está disponible con tres niveles de acabado, Pulse, Style y Luxury. El abanico de precios oscila entre los 17.750 y los 25.265 euros en gasolina, y entre los 22.625 y los 28.765 euros en diésel. Por su parte, las variantes SportSedan tienen un incremento de 500 euros. La campaña de descuentos contempla un ahorro de 1.700 euros en la gama gasolina y de 2.200 en el diésel más potente. Los que se decanten por la versión de acceso en diésel con 105 caballos deberán esperar hasta febrero de 2017.