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Mercedes Clase A 2018. En plenas facultades

En el año 2012 la firma de la estrella daba un giro de 180º a su legendario Mercedes-Benz Clase A, un vehículo que pasó de ser un utilitario con aspecto de monovolumen, a un compacto puro y duro con el que plantar cara a los modelos premium de este segmento como son el Audi A3, el BMW Serie 1, el Lexus CT200h… Y también a los que llegaría detrás, como el Infiniti Q30 por ejemplo.

Tras seis años en el mercado ahora aparece este nuevo Clase A, que sigue posicionándose en el segmento compacto, y que como ahora, sólo se ofrecerá con carrocería de cinco puertas. Estéticamente estrena el nuevo lenguaje de diseño de la firma alemana, con un frontal que adopta una parrilla más prominente (podrá equiparse con el AIRPANEL, con unas lamas que se cierran para mejorar el coeficiente aerodinámico, que puede ser de hasta 0,25) y unos faros minimalistas, detalles que ya hemos podido ver en el nuevo Mercedes CLS y que serán heredados por el resto de la gama en un futuro. La tecnología es una palabra que va de la mano con el nuevo Clase A y sus faros son una parte de sus innovaciones. Siempre apuestan por la tecnología LED High Performance para asegurar la mejor iluminación posible, pero como opción encontramos los Multibeam. En este caso último, cada faro se compone de 18 diodos LED que se controlan de forma independiente y que además añaden las luces de carretera automáticas.

Crece de tamaño

Todo el diseño del Clase A es completamente nuevo y la firma de la estrella ha decidido darle un pequeño estirón hasta llevarlo a los 4,41 metros de largo. Los que busquen darle un toque más deportivo seguro que verán con buenos ojos que se ofrezcan llantas de 17 a 19 pulgadas, sin olvidarnos de que opcional será el paquete AMG Line, con el que el Clase A gana muchos puntos.

Gracias a los nuevos centímetros extra, ahora hay más espacio para todos sus ocupantes, algo que es de agradecer, porque antes no sobraban precisamente los centímetros en su habitáculo. También su maletero sale beneficiado, llegando a los 370 litros, lo que son 29 más que antes y sumando de serie, por lo menos en España, un respaldo posterior dividido en partes 40:20:40. Acceder a él también será más sencillo por la forma de los pilotos traseros, que han permitido diseñar un portón más ancho (concretamente 20 centímetros más). Esta nueva generación incluso podrá contar con asientos delanteros multicontorno con función masaje, que serán opcionales, al igual que la ventilación y la calefacción para los mismos.

La presentación interior gana muchos enteros y todos sus mandos están perfectamente ordenados. Si es cierto que los nuevos sistemas de infoentretenimiento requieren algo de aprendizaje por parte del conductor, y también por parte del vehículo, porque una de las innovaciones del nuevo Mercedes Clase A es su sistema de Inteligencia Artificial. Hablamos del MBUX (Mercedes-Benz User Experience), que añade un avanzado sistema de reconocimiento por voz (prácticamente todas las funciones se controlan sin necesidad de tocar un botón), realidad aumentada para el navegador… Además es capaz de conocer nuestros gustos para adaptar las funciones del vehículo con sólo sentarnos en el asiento del conductor.

Tres tipos de tableros de instrumentos

Desde aquí podremos visualizar sus tres diferentes tipos de tableros. Uno de ellos combina dos pantallas de 7 pulgadas (una entre los relojes analógicos y otra en la consola central), la otra sustituye la pantalla central de 7 pulgadas por otra de 10,25, y una última apuesta por dos pantallas de 10,25 pulgadas que parecen unirse en la parte central y aporta un aspecto muy sofisticado.

Como sus hermanos mayores, estrena un avanzado sistema de iluminación ambiental con 64 tonos para elegir y ahora hay más huecos para dejar pequeños objetos. Destaca el que ofrecen en la consola central las versiones con cambio automático, pues en estas, el selector del cambio sigue estando en la columna de la dirección y se añaden las levas tras el volante.

Por encima de ella ahora nos podremos encontrar con un sistema Head-Up Display, que refleja la información sobre la luna delantera. Nada de plásticos que salen de la parte alta del salpicadero.

Y es que en materia de equipamiento, el nuevo Mercedes Clase A pude presumir de recibir elementos del tecnológico Mercedes Clase S. De él hereda los más innovadores asistentes a la conducción, incluyendo el de maniobra evasiva para evitar una colisión o la conducción semiautónoma en determinadas condiciones.

Nueva plataforma y motores

Esta nueva generación también estrena plataforma, la cual ha permitido estirar su distancia entre ejes en 30 milímetros (ahora son 2.729 milímetros) y también su ancho de vías en 14 milímetros. Todo ello seguro que se traducirá en un mejor comportamiento dinámico. El eje delantero sigue apostando por un esquema McPherson en el que usan de forma masiva el aluminio, pero ahora detrás hay dos variantes (esto también sucede en la plataforma MQB de Volkswagen), porque los A200 y A180 reciben una barra de torsión (una solución más sencilla y económica), mientras que los A250 y también todos los Clase A que cuenten con tracción 4Matic apostarán por un sofisticado sistema multibrazo, que seguro mejora su comportamiento dinámico. Independientemente de ello habrá diferentes opciones de suspensión, destacando la adaptativa, que se controla desde el sistema DYNAMIC SELECT junto a la gestión del motor, el tacto de la dirección… Y este último elemento en España será de serie.

Para impulsar a este nuevo Mercedes Clase A se apuesta inicialmente por tres nuevos propulsores, pero más adelante llegarán más mecánicas, incluyendo una eficiente versión híbrida enchufable.

La gama comenzará con el A200, que estrena un corazón denominado OM282. Se trata de un 1.33 Turbo (en realidad es el 1.3 Tce que acaba de estrenar el Renault Scénic y que se fabrica en Valladolid) con 163 CV y 250 Nm, que además suma desconexión de cilindros. Esta mecánica inicialmente se ofrecerá sólo con el cambio automático 7G-DCT de doble embrague, pero más adelante estará disponible con cambio manual de 6 velocidades y también con sistema de tracción total 4Matic.

Anuncia un gasto medio de 5,1 l/100 km con emisiones de 120 g/km de CO2, que se eleva a los 5,6 l/100 km y 133 g/km de CO2 en el caso de los manuales. Con él, el Clase A puede presumir de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,0 segundos (8,2 segundos los manuales) y de alcanzar los 225 km/h de velocidad punta.

Quienes demanden mejores prestaciones, por encima se posicionan los A250, cuyo corazón, denominado OM260 de dos litros sobrealimentado proporciona 224 CV y 350 Nm de par motor. También ha sido desarrollado para funcionar junto a la transmisión 7G-DCT y con versiones de tracción delantera o 4Matic. Con esta mecánica, el Clase A firma un gasto medio de 6,0 l/100 km y emisiones de 141 g/km de CO2. De igual modo presume de necesitar sólo 6,2 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y de poder alcanzar los 250 km/h de velocidad punta.

En diésel, 116 caballos

Por el momento la única opción diésel corre por cuenta del A180d, cuyo motor de 1,5 litros (todo 'huele' a 1.5 dCi de Renault) eroga 116 CV y 260 Nm. Esta mecánica, que inicialmente sólo se ofrecerá con cambio 7G-DCT cuenta con un depósito adicional con 28,5 litros de capacidad para AdBlue y firma un gasto medio de 4,1 l/100 km y emisiones de 108 g/km de CO2.

Sus prestaciones también son bastante convincentes, porque en 10,5 segundos alcanza desde parado los 100 km/h y es capaz de llegar a 202 km/h de velocidad punta.

Menos mal que todos los Clase A firman un gasto bastante contenido, porque apuestan por un depósito con sólo 43 litros de capacidad (opcionalmente hay otro con 51 litros). Recordar que como es habitual con los nuevos productos de Mercedes-Benz, durante el primer año se comercializarán los Edition 1.

Ahora sólo queda esperar a que Mercedes inicie su producción y tenga las unidades suficientes para organizar su presentación dinámica, pues ya hay muchas ganas de conducir este compacto, que volverá a erigirse como la nueva estrella de su segmento cuando llegue al mercado el próximo mes de marzo.