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Mercedes AMG C63 y C63 S. Berlinas de altos vuelos

La última generación del Mercedes Clase C ya tiene su variante de altos vuelos firmada por el especialista AMG. Estará disponible en los concesionarios a partir del mes de febrero, aunque la variante con carrocería familiar, denominada Estate, llegará en el mes de abril. Ambos reemplazan al anterior C63 AMG, que estaba disponible desde el año 2007. Éste contaba con un propulsor 6.3 V8 atmosférico que proporcionaba una potencia de 457 CV, aunque llego a ofrecer 507 CV en unas ediciones especiales.

Con el motor del Mercedes AMG GT

Este nuevo Mercedes AMG C63 estrena un propulsor 4.0 V8 Biturbo, conocido internamente con el código M177. En realidad es similar al que emplea el nuevo Mercedes AMG GT (este usa uno con el código M178), y al igual que éste cumple la norma Euro6 de emisiones contaminantes y suma el sistema Start/Stop. Genera una potencia de 476 CV y un par motor de 650 Nm, aunque por encima encontraremos las versiones C63 S, cuya potencia escala hasta los 510 CV y su par motor es de 700 Nm.

El Mercedes AMG C63 alcanza una velocidad máxima de 250 km/h, que está limitada electrónicamente, y es capaz de alcerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,1 segundos, mientras que el Estate demanda 4,2 segundos para realizar la misma maniobra. Homologa un consumo medio de 8,2 l/100 km, y el Estate 8,4 l/100 km. Si nos ceñimos a la versión S, ésta es una décima más rápida a la hora de acelerar de 0 a 100 km/h en ambos casos, el consumo homologado es idéntico y la velocidad máxima también se limita a 250 km/h.

Futura versión 4Matic a la vista

También ambos motores envían su potencia a las ruedas posteriores, aunque podría llegar una variante con tracción 4Matic al igual que ha sucedido en las versiones AMG de los nuevos Clase A, CLA, GLA, Clase E o Clase S. La versión de 476 CV apuesta por un diferencial autoblocante mecánico, mientras que en los C63 S este diferencial es controlado de forma electrónica. También ambas versiones apuestan exclusivamente por una caja de cambios automática AMG SPEEDSHIFT MCT7, la cual carece de convertidor de par y apuesta por discos de embrague bañados en aceite. Tiene 7 velocidades, levas en el volante para un manejo sencuencial.

Diferentes programas: todo bajo control

El mando AMG DYNAMIC SELECT permite modificar el funcionamiento de la dirección, la respuesta del motor o la rapidez de los cambios de marcha. Hay cuatro modos: C (Controlled Efficiency), I (individual), S (Sport) y S+ (Sport Plus). La versión «C 63 S» tiene, además, un modo adicional denominado RACE. El control de estabilidad también ofrece tres modos de funcionamiento, que van desde el modo ON, siempre activo, al OFF, en el que el conductor deberá domar a base de tacto en el pie derecho y un pulso de cirujano semejante potencial. Por medio queda el modo Sport Handling, en el que el ESP retrasa su entrada en acción.

Estéticamente ambas versiones son inconfundibles gracias a los imponentes paragolpes, las cuatro salidas de escape (por cierto con unas válvulas para modificar el sonido en cada momento), los enormes discos de freno perforados o los emblemas AMG. Tampoco pasará despercibido gracias a unas llantas de 18 pulgadas con neumáticos 245/45 en el eje delantero y 265/40 en el trasero. Eso si hablamos de la versión C63 «a secas», pues los C63 S cuentan con llantas de 19 pulgadas equipadas con gomas 245/35 delante y 265/35 detrás.

Durante los primeros meses de su comercialización, los clientes más sibaritas podrán decantarse por las versiones Edition 1 que cuentan con un equipamiento aún más especial.