Es curioso porque a veces las propias marcas entran en contradicciones. Hace algo más de un año Jaguar se planteaba la posibilidad de renunciar a las carrocerías familiares debido a que no veía demasiado claro que tuvieran un futuro relevante ante el empuje de otras modas, como los SUV. Sin embargo, en el pasado Salón de París la marca británica desvelaba con una imagen que el XF seguiría apostando por este tipo de formato.
Dicho y hecho, ya que como demuestran estas imágenes captadas por nuestros compañeros de CarPix en el exigente trazado de Nürburgring, el nuevo XF Sportbrake ya se prepara a conciencia y con el objetivo de estar en el mercado el próximo año. Y como marca la tendencia actual, se trata de 'dibujar' un vehículo práctico, sí, pero elegante, dinámico y atractivo en sus formas. Ya no se trata de buscar el máximo espacio, sino de buscar un equilibrio entre el volumen del compartimento de carga y una silueta que guste.
Motores eficientes… y de carreras
Hablamos de Jaguar y eso implica deportividad, además de elegancia. Este nuevo modelo será uno de los mejores representantes en el segmento Premium. Hay que buscar el equilibrio entre una dinámica sobresaliente y un confort exigente. La gama presumirá de una amplia oferta de motores de gasolina y turbodiésel, muchos de ellos de la eficiente familia Ingenium de cuatro cilindros.
No parece ser el caso de nuestro protagonista, ya que las generosas tomas de aire frontales y las pinzas en rojo de los frenos revelan que se trata de la variante S, que monta un propulsor sobrealimentado 3.0V6 con 380 caballos de potencia.
La saga seguirá apostando por variantes con propulsión trasera o total, pero la sorpresa podría llegar en forma de una futura versión R o SVT que rondaría los 575 CV de potencia. De esta manera podría competir sin ningún problema con sus principales rivales alemanes del calibre del Audi RS6.
