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Infiniti 'Prototype 9'. Un clásico del futuro

¿Qué hubiera pasado si Infiniti hubiera existido en los gloriosos años del automovilismo de la primera mitad del siglo XX? Esa es la pregunta que la marca de lujo japonesa, fundada en 1989 ha querido responder con este Prototype 9 presentado en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach. Porque de los lápices de Alfonso Albaisa, vicepresidente de Diseño Global de la marca ha nacido lo que podría ser un 'flecha plateada' -como aquellos modelos de Auto Union, Audi o Mercedes- con tecnología del siglo XXI pero con el inconfundible aire de los clásicos.

¿Así habría sido un supuesto coche de carreras del fabricante integrado en la alianza Renault-Nissan? Pues ¿quién sabe? Porque para que este Prototype 9 se hubiera convertido en un bólido de competición seguramente habría que haber tenido en cuenta muchas más variables relacionadas con el rendimiento del motor, el comportamiento dinámico… Sin embargo, ahora, como comenta Albaisa, el reto era solo estilístico.

Y el resultado está a la vista; y es el fruto del entusiasmo de todos los departamentos de desarrollo de la empresa, que rápidamente hicieron el proyecto suyo. El Prototype 9 está, en cierto modo inspirado por la tradición deportiva japonesa representada por la compañía Prince Motor Company, considerada como la primera marca japonesa que construyó modelos premium. Esa tradición se ve, por ejemplo, en el Prince R380, un coche de carreras que batió varios récords de velocidad en tierra antes de vencer en el Gran Premio de Japón de 1966 en el Fuji Speedway. «Creemos que Infiniti comparte cierto ADN con Prince Motor Company, que se convirtio en parte de Nissan Motors y por eso el Prototype 9 es una celebración de la innovación inherente a nuestra compañía», comenta Albaisa.

Desde un papel en blanco

El proceso de creación fue sencillo. Albaisa dibujó un sketch del coche con sus líneas aerodinámicas y su carrocería trabajada a mano, de forma artesanal. Lo compartió con algunos de sus colegas y a partir de ahí, como en un efecto dominó, el entusiasmo creció hasta convertir ese dibujo primero en maqueta de arcilla a escala y luego en un modelo a tamaño real.

Y todo el proceso guardando como oro en paño el secreto. Por eso, toda la fase de producción del prototipo, para resguardarlo de las miradas, se realizó en unas instalaciones de la firma fuera del centro de diseño de Infiniti en Atsugi, trasladándolo a una zona más tranquila del Centro de Desarrollo de Nissan en Oppama. Allí el trabajo absolutamente artesanal del equipo de takumi -los artesanos japoneses- se pudo convertir en las líneas de deportivo clásico con inspiración aeronáutica que han cautivado a los que lo vieron en directo en Pebble Beach.

Con una carrocería realizada mediante paneles de acero unidos mediante métodos clásicos, las líneas aerodinámicas marcan todo su perfil y cada detalle del coche. El cuadro de instrumentos está realizado siguiendo dos ancestrales tradiciones artesanas japonesas, el 'mitate' y el 'shitate'. La primera habla de la mejor manera de combinar los mejores materiales. Y la segunda, del deseo de trabajarlos juntos para conseguir el mejor resultado posible. Y eso se ve, por ejemplo, cuando nos fijamos en el detalle y el acabado del interior, realizado en cuero negro cosido con hilo rojo. Y con una belleza minimalista, y pensando que el piloto debe concentrar toda su atención en la carretera o en el circuito, el cuadro solo cuenta con un volante, con brazo en aluminio, de diámetro considerable que en su parte central integra los relojes que ofrecen al piloto la información precisa.

Con motor eléctrico

Diseñado recordando el pasado y motorizado pensando en el futuro. Para mover este prototipo, en Infiniti han optado por un motor eléctrico de nuevo cuño con una batería de 30 kWh. Con sus 148 caballos de potencia y su par instantaneo de 320 Nm, propulsado por las ruedas traseras, el Prototype 9 es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 170 km/h con una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5,5 segundos. Grandes datos para un deportivo de 4,33 metros de longitud y solo 890 kilos de peso, repartido un 43 por ciento sobre el eje delantero y un 57 sobre el trasero… como los deportivos de la época. ¿Y de autonomía, qué? Pues Infiniti anuncia que la batería dura a máximo régimen 20 minutos. ¿Poco? puede que sí… pero posiblemente los 20 minutos que mejor la conducción del futuro con las sensaciones del pasado.