comscore

Hakan Samuelson, presidente de Volvo. «El mercado de servicios será un 30 por ciento del negocio del automóvil»

Tal vez sea este el mejor momento en la historia de Volvo; por lo menos en la más reciente. La marca sueca cuenta con una gama completamente renovada -a falta de los próximos S60 y V60, el siguiente paso en la estrategia de lanzamientos-, y con nuevos modelos en segmentos donde nunca había estado Volvo, como el XC40. Y más allá de lo que son nuevos lanzamientos, puede que lo fundamental sean las estrategias de futuro en la marca, las tendencias que van a permitir a la marca conseguir ese objetivo de vender 800.000 coches en 2020. Estrategias que, además, cuentan con un componente de concienciación ambiental que siempre ha sido clave en la historia de la marca.

Eso se nota en las palabras de Hakan Samuelsson, presidente y CEO de Volvo Cars, que se reunió con un grupo de periodistas españoles con motivo de la salida desde Alicante de la nueva edición de la Volvo Ocean Race. El máximo responsable de la marca no eludió ninguna pregunta y dio claves para entender el cómo y el porqué de la nueva estrategia de Volvo. El Care by Volvo, como nueva forma de acceder a un coche, la electrificación como tendencia de futuro en la propulsión de los modelos Volvo, la seguridad -por supuesto- o la globalización de la marca -con la apertura de la nueva factoría de Carolina del Sur, o la fabricación en China del S90 para todo el mundo- fueron los ejes de la conversación con Samuelsson.

Proveedores de movilidad

En la estrategia 'Vision 2020' de Volvo, uno de los pilares, junto a la electrificación y la visión 0 -que no haya muertos ni heridos de gravedad en un Volvo- es explorar nuevas fórmulas de compra o de uso de un coche. En ese aspecto se engloba el Care by Volvo, el programa de suscripción a través del cual se podrá disponer del futuro XC40. Un formato que permite disponer de un coche durante dos años con una serie de servicios premium asociados que hacen aún más placentera la experiencia de conducir un Volvo, pues solo hay que preocuparse de echarle gasolina. Sobre Care by Volvo, Samuelsson comentó que «este programa es un reflejo del cambio del sentido de propiedad que se está produciendo en la sociedad».

1 OBzJa7EiNP3o8 Motor16

Porque además de la compra o la venta del coche, lo fundamental para el desarrollo futuro de las marcas tendrá que ver con los servicios que puedan ofrecer a los clientes; punto en el que implicó a los concesionarios, que son, finalmente, la cara visible de la marca. «Los servicios para la movilidad serán el futuro de los concesionarios», afirmó el presidente de Volvo, que fue, aún un paso más allá al afirmar que los servicios asociados al automóvil -desde el mantenimiento a servicios de conserjería, pasando por las aplicaciones específicas- se van a convertir en una partida fundamental en el negocio del automóvil: «el mercado de los servicios asociados al automóvil supondrá un 30 por ciento de las cifras de negocio del sector». De hecho, comentó «seguiremos construyendo coches, pero en realidad nos convertiremos en proveedores de movilidad».

Una movilidad que será eléctrica, tal como anunció la marca, pues a partir de 2019 todos sus modelos contarán con un motor eléctrico, como propulsor único o de apoyo a un motor de combustión para crear modelos híbridos enchufables. Una estrategia de la que saldrán entre 2019 y 2021 cinco vehículos totalmente eléctricos (3 bajo la marca Volvo y 2 con el sello Polestar, la nueva enseña para los eléctricos de alto rendimiento). Esa tendencia la define Samuelsson como una «transición pragmática hacia los híbridos y híbridos enchufables».

Polestar, vanguardia de la electrificación

Una tendencia para la que Volvo necesita de socios, sobre todo en el desarrollo de baterías. «Para nuestra estrategia necesitábamos socios sobre todo en el desarrollo de baterías. Esa es una de las razones por las que fuimos transparentes al hablar de nuestra estrategia eléctrica; lanzamos el mensaje para que los fabricantes pudieran invertir en el desarrollo de baterías con más capacidad». Y la prueba de que esa tendencia hacia la electrificación empieza a dar frutos, se refleja en la cifra de ventas. Por ejemplo, en España las ventas de la versión híbrida enchufable del XC90 era de un 1 por ciento hace un año y en este 2017 ese porcentaje ya llega al 12 por ciento. Eso hace creer a Samuelsson que la electrificación va a ser clave en el futuro de la marca.

Un futuro en el que va a jugar un gran papel la nueva marca Polestar, una marca con la que el grupo quiere dar la réplica a Tesla en la fabricación de eléctricos de alto rendimiento. Y Polestar va a ser el banco de pruebas de la tecnologia eléctrica. «Será el líder de la electrificación del Grupo Volvo y sus soluciones se utilizarán posteriormente en otros modelos de la marca».

La globalización fue otro de los temas tratados en la mesa redonda con el presidente de Volvo. La marca sueca ha crecido exponencialmente en el mercado americano y en el asiático, dos de los causantes de los magníficos datos económicos de la marca. Sirva un dato para ver la tendencia: en el pasado mes de septiembre, las ventas globales crecieron un 11,2 por ciento a nivel global; pero en Estados Unidos llegaron al 40,7 por ciento y en China, con un 29,8 por ciento de crecimiento. La creciente importancia de estos mercados y la apuesta por convertirse en una marca global, han llevado a Volvo a tomar decisiones estratégicas en la producción de sus modelos concentrando la fabricación en nuevas factorías fuera de Europa.

«Fabrica donde vendas»

«Nuestro negocio ha crecido mucho en el mercado americano y, por tanto, para bajar costes de logística y transporte, decidimos construir una factoría en Charleston, Carolina del Sur. Sopesamos la posibidad de construirla en México, pero realmente los costes no eran mucho menores». Para esta factoría, que contará con 4.000 empleados, ya está anunciada la fabricación de la futura generación del XC90 y también, antes, del nuevo S60, cuya producción se iniciará en otoño de 2018.

Carolina del Sur será la que fabrique, para todo el mundo el S60. Y en China ya se produce, de manera global, el S90, para cuyo transporte al mercado europeo se utiliza el tren que cubre la 'nueva ruta de la seda', en cuyo trayecto se han ahorrado nada menos que 20 días. El resto de modelos seguirán, al menos por el momento, fabricándose en Europa.

No acaba la conversación con Samuelsson sin tocar temas de 'responsabilidad social' en los que Volvo ha sido, es y será vanguardia. Respecto a la Volvo Ocean Race, que en esta edición colabora con la ONU en su programa Clean Seas para concienciar sobre el creciente problema de la basura marina, Samuelsson afirma que «en Volvo nos gusta contribuir a concienciar sobre la contaminación». El último apunte del presidente de Volvo es, como no, sobre la seguridad; no habló de los nuevos sistemas en desarrollo, pero sí de la filosofía de la marca con una frase que resume su compromiso: «en Volvo, la seguridad nunca es opcional».