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DS. Así se llama el lujo francés

Nació hace poco más de dos años con el proyecto de reinterpretar el lujo francés en el campo del automóvil, objetivo que DS ha cumplido con creces en tan corto periodo de tiempo, devolviendo el automóvil francés al mercado de alta gama. No en vano, perpetuar los valores de innovación y distinción que caracterizaron al mítico DS del que toma su nombre, nacido en 1955 y bautizado en España como 'Tiburón', forma parte de su ADN. Un ADN que también recoge el espíritu del no menos mítico SM y redefine los códigos tradicionales del automóvil de alta gama con modelos que conjugan refinamiento, diseño, tecnología y placer de conducción.

Cuatro promesas clave que se hacen realidad en el cuidado por los detalles que proporciona el 'savoir faire' artesanal francés y el empleo de los mejores materiales, el vanguardismo y la amplia oferta de personalización que comparte la gama y la tecnología avanzada que se esconde bajo el capó, que también está presente en el habitáculo y se completa en innovadores servicios que se ofrecen a los usuarios. Sin olvidar el cuarto de los puntos: el 'hiperconfort dinámico', que combina sensaciones y seguridad en todo tipo de trazados y circunstancias.

Diseño para marcar la diferencia

Fiel a esa filosofía, y perpetuando el espíritu vanguardista del legendario DS, al que la innovación tecnológica y el moderno diseño le permitieron ser un adelantado a su tiempo, la nueva marca del grupo PSA ofrece modelos claramente diferenciados y distintivos hasta en los más pequeños detalles. Materiales nobles y detalles únicos, inspirados en el 'lujo francés' obra de artesanos, son la base del refinamiento que destilan los DS actuales, como el revestimiento de cuero del salpicadero -que en el DS 4 supone ocho horas de trabajo manual-, la terminación de los asientos o los sutiles monogramas DS en los retrovisores y bordados en los asientos delanteros de algunas versiones para que cada cliente pueda exprimir esa amplia paleta de personalización disponible en cada DS, fruto del saber hacer de una marca que busca la perfección en cada uno de sus modelos.

Además, y como corresponde a un fabricante que quiere convertirse en referencia del segmento premium ofreciendo coches exclusivos, el diseño es otra de las claves diferenciadoras. Un diseño vanguardista que identifica un DS entre el resto de modelos, gracias a su línea distintiva y una parte delantera esculpida como una obra de arte. Lo hacen posible la parrilla verticalizada con forma hexagonal, sobre la que resalta el emblema DS y su contorno cromado. También sus intermitentes, trabajados como piedras engarzadas, o los refinados faros muestran la atención al detalle que se presta en cada DS.

Consecuentemente a esa apuesta por recuperar el lujo francés en el sector del automóvil, la experiencia de compra se debe mimar con esmero. Por eso existen las DS World y DS Store, boutiques de lujo dedicadas al universo de la marca, con un ambiente propio -música, perfumes, juegos de luz y color…– que prolonga la experiencia única de comprar un DS con los privilegios exclusivos que el propietario mantiene después de la adquisición del vehículo.