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Conducimos el Hyundai Kona. Llega un triunfador

Alguien en Hyundai conoce la tecla del éxito… y siguen tocándola. Antes la melodía sonó entre los SUV grandes con el SantaFe; después el 'hit parade' tocó con los compactos y lanzaron el i30. Y el último gran éxito de la marca se llama Tucson y es uno de los tres más buscados por los conductores de los SUV medios. Pero ahora, la marca coreana pone sus ojos en el grupo de coches que más crecen, en el más activo; en el más demandado por los clientes: el segmento B-SUV, un plácido lugar donde hasta ahora habitaban Peugeot 2008, Renault Captur, Ford Ecosport, Opel Mokka X o Mazda CX-3. Pero en las próximas semanas ese idílico lugar se va a convertir en un cruento campo de batalla.

Porque en pocos días, la pelea, y los ejércitos que van a participar en ella, se multiplican. Opel Crossland X, Citroën C3 Aircross, Seat Arona, Kia Stonic se lanzan a una lucha sin cuartel por ser el preferido -o uno de los preferidos del público-. Y por supuesto, ahí, también va a estar el nuevo Hyundai Kona, el futuro superventas de Hyundai; un modelo del que, según Polo Satrústegui, director general de la marca en España, deberían vender entre 10 y 12.000 unidades cada año. Y hay motivo para que esas palabras de Polo no sean un brindis al sol. La melodía del Hyundai Kona suena muy bien.

Vayamos por partes. Para empezar, aunque tal vez no sea lo más importante, el diseño llama la atención; tiene carácter. Es, fundamentalmente, un SUV urbano, pero hace guiños a un estilo de coches más todoterreno -las protecciones en los pasos de rueda y los bajos de la carroceria, las barras de techo…- son algunos de esos detalles. Y si indagamos más descubrimos que tiene ese cierto aire indómito en detalles como la tracción 4×4, una alternativa que solo supondrá un 10 por ciento de las ventas… Pero Hyundai la ofrece.

Dos variantes eléctricas en el futuro

Más importancia tendrá la gama de motores en un segmento que cada vez es más de gasolina. Y por ello el lanzamiento del Kona empieza por dos versiones de gasolina. El tricilíndrico 1.0 T-GDI de 120 caballos con cambio manual de 6 velocidades y tracción delantera es la versión de entrada a la gama y por encima se sitúa el 1.6 T-GDI de 177 caballos; en este caso con tracción total y cambio automático de doble embrague y 7 velocidades. Esto en el lanzamiento, porque más adelante, tampoco olvida Hyundai el injustamente denostado motor diésel. En primavera llegarán al mercado dos variantes de un nuevo motor 1.6 diésel que cumplirá la normativa de emisiones Euro 6C -en la que prácticamente desaparecen las emisiones de NOX- con 95 y 110 caballos de potencia. Y luego, a mediados de 2018, aún más, con un Kona totalmente eléctrico y dos alternativas en cuanto a su rendimiento. Por un lado una versión con unos 350 kilómetros de autonomía y por otro una variante de más de 500 km de autonomía y alto rendimiento, con una potencia de 200 caballos -150 kWh-.

La tecnología, sobre todo en cuanto a seguridad y ayudas a la conducción será determinante en el Kona, que cuenta con los últimos avances en esta materia. Hablamos del sistema de aviso de colisión frontal con detección de peatones, del sistema activo de cambio involuntario de carril, de la detección de ángulo muerto con aviso de cambio de carril, del aviso de colisión trasera o del sistema de detección de fatiga del conductor.

Máxima conectividad

Y si hablamos de esa otra tecnología, cada vez más valorada, de los sistemas de infoentretenimiento y comunicación, también 'suena bien' este Kona. Pantalla táctil flotante de 7 u 8 pulgadas en las versiones más demandadas del Kona (la versión Essence, de acceso, cuenta con una pantalla de 5 pulgadas), conexión de tu smartphone a través de Mirror Link, Apple CarPlay o Android Auto son equipamiento de serie desde la versión Klass -segundo nivel de equipamiento- y el Head Up Display aparece de serie en los dos niveles superiores. Y también cuenta con sistema de carga inalámbrica del móvi.

Otro de los aspectos que en Hyundai han cuidado mucho es la 'puesta en carretera'. El Kona es un coche en el que no se ha escatimado en todos aquellos elementos que tienen que ver con la conducción. La suspensión, la dirección o los frenos son unos de esos apartados. Si nos fijamos en el primero, vemos que la versión con el motor tricilíndrico opta por un McPherson delante y una simple barra de torsión -pero con excelente resultado- detrás. Pero el 1.6 de 177 caballos apuesta por un eje trasero multibrazo, algo no muy normal en el segmento. Y si hablamos de los frenos, los discos en las cuatro ruedas garantizan una frenada progresiva y de buenos resultados. Y la dirección es excelente por dureza y por lo que transmite al conductor.

En términos de habitabilidad, el Kona se sitúa en un punto intermedio en el segmento. Ofrece buen espacio interior, pero sin alardes; es ideal para cuatro ocupantes porque el quinto, el de la plaza central trasera no lo tendrá fácil, sobre todo por anchura. Los otros cuatro irán a sus anchas. Y además, con detalles -en opción- como los asientos delanteros ventilados y calefactados, las salidas de aire posteriores o una capacidad de maletero notable, con 361 litros de capacidad que se amplían hasta 1.143 litros abatiendo el respaldo de los asientos traseros. Y con un estilo interior que se desmarca de otros modelos gracias a detalles que dan al Kona un toque diferente, como el color de las costuras de los asientos o el de los cinturones de seguridad en un tono diferente -incluso en el verde que aparece en las fotos- que le da un aire más juvenil al modelo coreano.

Un tricilíndrico sorprendente

Pero sin duda, lo que posiblemente hará triun9far al Kona se lo que ocurre una vez que damos al contacto y ponemos el coche en marcha. La presentación tiene lugar en Barcelona y nuestro primer recorrido tiene como protagonista al 1.0 T-GDI. Con sus 120 caballos y pese a que sea un motor tricilíndrico, lo primero que nos llama la atención es lo suave y agradable que se muestra. Como hemos dicho, cuenta con un cambio manual de 6 marchas perfecto por suavidad de uso, recorridos del cambio y rapidez. En su comportamiento apuesta más por el confort que por las prestaciones, pero es un motor alegre que permite ir muy ligero, con buenas prestaciones y unos consumos muy ajustados. Ayuda la tracción delantera y su ligereza en la báscula. Nos bajamos de él, después de recorrer todo tipo de trazados, pensando que es una alternativa ideal.

Y no nos equivocamos, porque nuestro siguiente protagonista es el 1.6 de 177 caballos. Un motor de gran rendimiento, con tracción total y cambio automático de 7 velocidades. Va muy bien; no vamos a negarlo, pero el 1.0 nos ha parecido tan agradable y tan suficiente, que invertir en estos 57 caballos de más, no nos trae cuenta. Sobre todo porque en estos tiempos de limitaciones, el consumo -son 170 kilos más- se resiente y con las prestaciones del más pequeño nos sobra incluso para salir en las fotos de la Guardia Civil. Pero si se quiere, Hyundai da la oportunidad de un modelo más dinámico y de corte más deportivo en el que podemos disfrutar de una conducción más deportiva. Nos ha gustado mucho la rapidez y la suavidad del cambio -aunque hemos echado de menos las levas en el volante, que no se ofrecerán ni en opción- y también los tres modos de conducción que se pueden seleccionar con solo pulsar una tecla (por supuesto, el Sport ha sido nuestro preferido) y la suspensión multibrazo trasera, que le da un aire muy prestacional al Kona.

La primera experiencia con el Hyundai Kona nos permite aventurarnos en dar un veredicto con un coche que tiene argumentos para ser, sí o sí, uno de los preferidos del público. Por lo menos mientras dure esta 'epidemia de SUV', el Kona va a estar entre los superventas. Porque a todo lo que hemos dicho, une un precio de lo más potente. Con todas las promociones (descuento promocional, rebaja por entregar un coche y descuento por financiar con la marca) el precio parte de 13.990 euros. Y eso, con cinco años de mantenimiento gratuito para el que opte por la compra en esas condiciones.

Lo dicho; hay Kona para rato. En Hyundai han vuelto a dar con la tecla.