comscore

Audi R8 Plus. Piloto por un día

No todos los días se tiene la posibilidad de conducir un Audi R8 Plus con 610 caballos. Y menos aún hacerlo en un circuito de competición. Esta especie de sueño es posible gracias al programa Audi driving experience, enfocado a mejorar la formación de los conductores y, de paso, divulgar la sofisticada tecnología que montan los vehículos de la marca alemana. Desde que este proyecto se pusiera en marcha, en 1994, ya son más de 25.000 los alumnos que han pasado por esta escuela que dirige el piloto Jordi Gené.

Cuatro cursos diferentes

Dynamic, Progressive, Sportscar y Winter son los cuatro cursos que Audi pone en juego a lo largo del año, en función de los gustos, necesidades o pretensiones de cada uno. Nosotros acudimos al programa Sportscar, orientado a experimentar con los modelos más deportivos de Audi. Y la joya de la corona es el nuevo R8. Son cinco horas de intensa actividad en las que tanto los cientes de la marca, por 545 euros, como los que no los son (690 euros), pueden conocer a fondo tanto el nuevo biplaza, como el RS6 Avant y el RS3 Sportback. De esta forma no sólo se mejora la técnica y la seguridad al volante, sino que también es posible conocer a fondo a parte de los modelos más prestacionales de Audi.

Tras un 'briefing' de seguridad, nos ponemos en marcha por grupos, con el fin de ir completando las cuatro actividades dispuestas en el circuito. Comenzamos, y aconsejamos hacerlo, por la frenada de emergencia, simplemente porque cuando mejor sepamos frenar, más seguridad tendremos a la hora de correr. Esta prueba se realiza con un RS6 Avant. Tras acelerar a fondo y tomar 'carrerilla', frenamos a muerte en una calle formada por conos, con esquiva final. En apenas un par de segundos pasamos de 130 km/h a detenernos por completo, sin un mal gesto y con una contundencia que deja a muchos helados por la capacidad de frenada de este modelo.

Trazar curvas con 610 CV

Más tarde comienzan las emociones fuertes al volante del R8 Plus. En varias tramos del circuito se aprende, básicamente, a trazar con precisión curvas. Se hace siempre detrás de un monitor, que nos muestra la trayectoria perfecta y corrige nuestros defectos. El ritmo se va incrementando poco a poco para que conozcamos las reacciones de este superdeportivo, con 610 caballos empujando sin cuartel y perfectamente gestionados por el cambio S tronic y la tracción quattro.

Falta la traca final. Consiste en rodar, a un elevado ritmo tras el monitor, pero esta vez completando el trazado de Montmeló al completo. Es obligado el uso del casco por seguridad, ya que la velocidad es ya muy elevada. Nos sentimos pilotos por un día, con un vehículo casi de carreras y en un circuito de 'verdad'. Está claro que todos los que completamos el curso hemos aprendido nociones básicas y avanzadas para perder algo de respeto a una bestia como el R8 Plus. Nos sentimos mejores, pero cuando damos una vuelta como copilotos con Miguel Molina, el piloto español que corre con Audi en el DTM alemán, nos damos cuenta de nuestras limitaciones.

En definitiva, una jornada inolvidable para los amantes de las emociones fuertes y los asiduos a los vehículos de corte deportivo.