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Alfa Stelvio 2.0 280 CV. El «deporSUV»

Alfa entra a lo grande en el segmento SUV premium con todas las virtudes que han convertido a la marca italiana en una de las más deseadas. En el Stelvio la deportividad no solo no se discute sino que se ve en cada detalle. En un chasis afinado al máximo; en un tacto de la dirección perfecto; en unos frenos que cumplen con nota o en un cambio automático rapidísimo en sus transiciones y suave como la seda. También, por supuesto, en su motor. Si toda la gama da señales de haber sido 'picada' por el Biscione, en esta versión de gasolina -la más potente hasta que llegue el futuro Quadrifoglio y sus 510 caballos- de cuatro cilindros y 280 caballos, el trabajo de 'afinado' es magnífico.

Sin la previsible 'brutalidad' del Q, este motor, en cuyo desarrollo han contado con la inestimable ayuda de ingenieros de Ferrari y Maserati, es poderoso y suave a la vez. Sus caballos son progresivos e inacabables. Un par listo desde poco más de 2.000 vueltas permite que el empuje sea permanente y el cambio automático es el socio perfecto para sacarle todo el jugo al motor.

Deportividad y confort

En marcha, además, combina deportividad con confort. No es una balsa de aceite pero los ocupantes no van en un permanente bamboleo. Y se puede ir muy rápido y disfrutar en cada curva –lo comprobamos en un recorrido por todo tipo de carreteras entre Madrid y Aranda de Duero- exactamente igual que toda la vida se ha hecho en esos Alfa que llevaron la marca a su lugar en los sueños de los buenos aficionados.