La última carrera de la temporada tuvo efectos narcóticos por su desarrollo, y terapéuticos para uno de sus pilotos. Mercedes volvía a lograr un nuevo doblete, pero en esta ocasión fue Valtteri Bottas quien logró un triunfo absolutamente reconfortante para su maltrecha moral, de capa caída desde el verano y especialmente frente a la victoria que le robaba Vettel en Brasil