Ha sido en una conferencia de prensa dada por Akio Toyoda esta madrugada, presidente de la compañía, donde se ha desvelado que Toyota regresará a una de las competiciones donde más éxitos ha cosechado a lo largo de su historia. En el año 2017, casi veinte años después de que Toyota abandorna esta competición en 1999, veremos otra vez un Toyota en el Mundial de Rallys, y el vehículo elegido ha sido este Toyota Yaris WRC, un vehículo que nace con deber de seguir perpetuando el legado dejado por los míticos Toyota Celica Turbo GT4 o los Toyota Corolla WRC, máquinas de competición pilotadas por ilustres como Carlos Sainz, Juha Kankkunen y Didier Auriol. Y es que Toyota ha conseguido nada menos que 43 victorias en esta competición, y en la década de los 90 se hizo con tres Campeonatos del Mundo de fabricantes y cuatro de pilotos.
Todavía con dos años por delante
Por delante quedan dos años para desarrollar un vehículo diseñado y puesto a punto por el departamento deportivo de Toyota en Colonia, Alemania. Este Toyota Yaris WRC contará con un propulsor 1.6 sobrealimentado con un turbo capaz de soplar a 2,5 bar de presión debido a la actual reglamentación de la FIA. Gracias a ello genera una potencia que supera los 300 CV y cuyo par máximo es de 420 Nm. Está conectado a una transmisión secuencial de 6 velocidades y cuenta con tracción a las cuatro ruedas.
En su desarrollo están participando pilotos de la talla de Stéphane Sarrazin o Sebastian Lindholm, a los que se suma Eric Camilli, el primer piloto que sale de la cantera de jóvenes promesas de Toyota y que será el encargado de pilotarlo en 2017 como piloto oficial de la marca nipona.