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SsangYong Rally Raid. Conducimos un 'Fórmula 1' que devora caminos

Pocas son las ocasiones que una marca, y sobre todo, un equipo de competición permiten conducir un vehículo 'de carreras' puro y duro. Por eso, cuando SsangYong y los creadores de este Rally Raid nos invitaron a las instalaciones que Rally Center tiene en la localidad segoviana de Villacastín, no pudimos resistirnos a la tentación y allí nos presentamos con un ojetivo en mente: pilotar un vehículo que actualmente disputa el Campeonato de España de Rallyes Todo Terreno.

Para entrar en materia, decir que este certamen consta de siete pruebas nacionales; una de ellas, la Baja Aragón, que se celebra entre el 24 y el 26 de julio, puntuable para el Mundial.

Inspirado en los vehículos de la Baja 1000

Lo primero que había que hacer era familiarizarse con el vehículo y en este momento entraron en juego su piloto y copiloto, Óscar Fuertes y Dani Cué, quienes nos pusieron al tanto de lo que se oculta bajo una carrocería de fibra de vidrio que mide 4,75 metros de largo y 2,00 metros de ancho. Esta última cifra es el máximo permitido por la FIA. Y es que aunque la estética de este SsangYong recuerda a los vehículos que disputan la mítica Baja 1000, se ha ajustado su tamaño y su tecnología a la competición europea y reglada por la FIA.

Hablamos de un vehículo de carreras fabricado por Herrador Motorsport, una empresa afincada en Valencia, y que parte de una estructura tubular (Herrador es fabricante de vehículos y es por ello que este SsangYong cuenta incluso con matrícula y está homologado para circular por carretera abierta). Semejante criatura nada tiene que ver con aquel 'modificado' SsanYong Kyron 270 Xdi que en 2008 finalizó el Rally Dakar. Y es que SsangYong siempre ha estado muy presente en el mundo de la competición off-road.

Potencia limitada a 265 CV

Cómo hemos dicho, su chasis se fabrica con tubos de cromo-molibdeno e integra la jaula de seguridad. En posición central es donde se ubica un motor 3.2 V6 de gasolina y de origen SsangYong que genera una potencia máxima de 300 CV. Eso sí, «gracias» a la famosa brida, en este caso de 36 milímetros, se limita su potencia en carrera a 265 CV. Decir que se trata del motor que impulsa a modelos como los SsangYong Rodius o SsangYong Rexton, aunque no en España, donde sólo se comercializan con mecánicas diésel.

Sin duda esos mencionados 265 CV son más que suficientes para mover un peso semejante al de un Ford Focus 1.0 EcoBoost, y es que esta máquina pesa en vacío tan sólo 1.300 kilos. Tampoco faltan en su dotación unas suspensiones King, un cambio secuencial Fortin de 5 marchas, un equipo de frenos con pinzas de cuatro pistones firmadas por es especialista Alcon… Cualquiera que entienda un poco sabe de lo que estamos hablando.

Unas suspensiones que devoran todo

Llega el momento de la verdad. Entrar en su habitáculo supone un ejercicio de contorsionismo, pero una vez dentro hay espacio y sus asientos de competición son cómodos. Nos colocan los arneses de cinco puntos y nos fijamos a este SsangYong Rally Raid. Cuesta coger el punto a su embrague cerámico para no calarlo, pero una vez en movimiento no es necesario volver a tocarlo, pues el cambio secuencial permite engranar marchas a una velocidad de vértigo, de igual modo que esta máquina gana velocidad mirando al cielo. Y es que con un reparto de pesos del 35% delante y del 65% detrás (influye mucho la ubicación de las dos ruedas de repuesto), al dar gas su morro apunta directamente a las nubes ayudado por una suspensión que cuenta con un recorrido de 450 milímetros. Pero semejante recorrido es vital para devorar cualquier bache, independientemente de la velocidad a la que circulemos. Ahora me río de la suspensión Magic Body Control del Mercedes Clase S.

Este SsangYong Rally Raid corre que se las pela, pues según apuntan puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 5,0 segundos, mientras que su velocidad máxima ronda los 195 km/h.

400 kilos más ligero que un 4×4

Para entrar en la curva estamos obligados a quitar gas o tocar su duro freno para tener tacto con la dirección, pero una vez apuntamos al interior podemos acelerar a fondo con garantías, pues sus neumáticos Cooper ST en medida 265/75 R16 (según el reglamento sus neumáticos deben estar homologados para la calle), transmiten todo el potencial al terreno. Eso sí, hay que recordar que este SsangYong tiene propulsión trasera, algo que según apunta su piloto le permite tener ventaja en determinadas ocasiones, ya que es unos 400 kilos más ligero que sus rivales en la categoría T1 dotados de tracción total. Así que más vale controlar, pues las derrapadas están a la orden del día.

Aunque ha sido breve, hemos disfrutado como niños pilotando un coche de competición al que apenas hemos sacado el 50 por ciento de lo que es capaz de ofrecernos. Para eso están su piloto y copiloto, que seguro han sido quienes han 'homologado' un consumo de 65 l/100 km. Ahora entiendo que en su depósito quepan 150 litros de gasolina sin plomo.