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Cuestión de honor y de sentido del humor

Allí, incluso con un absurdo error cuando lideraba para mantener el título abierto. Ahora, a pesar de la presión de Hamilton,  sin error alguno en las dos últimas pruebas y dominando a su compañero de equipo, solo cabe lamentar el duelo perdido entre ambos.

Literalmente Hamilton presume de ser un rival duro de soportar cuando rueda a la espalda de otro piloto. Pero en el Gran Premio de Brasil, la rocosa actuación de Rosberg le sacó de quicio. Los mensajes de radio delataban  su frustración, una y otra vez impotente para adelantar a su rival. Es cierto que Mercedes tiene maniatados a sus pilotos para correr riesgos que supongan un toque fatal entre ambos, pero el ejemplo de Verstappen también pudo servir para quien se precia de saber adelantar como pocos.

Una victoria que ayuda a reconstruir la imagen de Rosberg

«Siempre es una cuestión de manejar el ritmo y de los neumáticos. Es lo que yo estaba controlando» resumía un satisfecho Rosberg al final de la prueba, resaltando así la derrota de su rival. Antes, había logrado media victoria superando al británico en los entrenamientos por quinta vez consecutiva. «Lewis se cargó sus neumáticos por la forma en la que estaba pilotando», se relamió al final el piloto alemán, ansioso por recuperar la imagen de la pasada temporada, donde fue capaz de llevar la lucha por el título hasta la última cita del campeonato.

A falta de una sola carrera y con la emoción por el  título ya agotada, el gran premio brasileño sigue ayudando a reconstruir ante los aficionados la moral e imagen de Rosberg  para el próximo año quien,  con semejante consistencia de rendimiento en 2016 puede batir finalmente a Hamilton.

Porque  el Gran Premio de Brasil invita nuevamente a dudar de que los pilotos de Mercedes tengan rivales por el título la próxima temporada. Con la última evolución del propulsor alemán que llegó en Monza y las recientes novedades aerodinámicas, el W06 ha doblado a toda la parrilla menos a Ferrari. El equipo italiano  necesitará un gran salto de competividad para romper con el dominio tecnológico del fabricante alemán, lejos todavía a pesar de la positiva evolución de 2015.

McLaren y Honda: ¿tampoco en 2016?

Pero si la Scuderia necesita estirar el cuello ¿Qué  milagro necesitará McLaren y Honda el próximo año? Por primera vez, Alonso insinuaba el jueves que quizás sea necesario esperar a 2017 para poder optar al título. La situación del equipo británico y la lógica  tradicional imperante en la evolución técnica de la Fórmula 1 así lo indica. Salvo enorme milagro.

Ya no se trata de recuperar los dos segundos como mínimo que separan al monoplaza de Alonso y Button del Mercedes, sino también de lograr una fiabilidad que, como nunca, ha brillado por su ausencia este fin de semana. Cabe suponer que tantos fallos a final de año respondan a algo más que problemas estructurales, y sean también producto de un programa de «prueba y error» en los propulsores durante  la recta final de la temporada para aprovechar así el mayor tiempo de pista posible de cara al trabajo invernal que ha de corregir el panorama. Si así no fuera….

Mientras tanto, Fernando Alonso ha mostrado un singular perfil durante todo el fin de semana, protagonista fuera del asfalto por su sentido del humor, ironía y presencia involuntaria en las redes sociales. Y, también, ejemplo de un nivel de resiliencia que, quién sabe, puede darle una potencia mental y deportiva extraordinaria  si algún día disfrutara de  con ese McLaren/Honda ganador que tanto prometen desde el equipo.

A Sainz le persigue la mala suerte

Peor suerte tuvo nuevamente Carlos Sainz este fin de semana de Interlagos, envuelto todavía en una increíble racha de mala fortuna mecánica que le arroja  un problema tras otro. Casi la mitad de la temporada se ha ido por el desagüe por averías mecánicas.

Mientras tanto,  en la esquina contraria del cuadrilátero Max Verstappen está aprovechando la recta final del campeonato para consolidarse espectacularmente, dejando rezagado a un impotente Sainz. Afortunadamente, en Red Bull han comprendido la situación, y en Brasil  confirmaron al piloto español para el próximo año. Ojala la última carrera de la temporada le permita terminar con el sabor de boca que merece. Como le está ocurriendo a Nico Rosberg.