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Victorias más brillantes que otras, derrotas más crueles que otras

El británico fue el más perjudicado por un error en Spa de Rosberg cuya responsabilidad también asumió el alemán. Necesitaba la victoria de manera incluso dramática. Pero partía constreñido  para pelear en pista con agresividad frente a Rosberg por las órdenes tajantes y hasta amenazas de los responsables del equipo alemán. Ningún escenario peor, por tanto, que situarse por detrás de su gran rival en la carrera. Fue lo que ocurrió.

Desde la rueda de prensa oficial del viernes, en la que estuvieron presentes los dos pilotos de Mercedes, Hamilton mostró un gran equilibrio en sus declaraciones y actitudes. No se dejó llevar por ese temperamento que le traiciona con la sangre caliente. Cuando tiene tiempo para pensar, es otro piloto.

Y Hamilton pensó durante todo el fin de semana. Pero también actuó, para empezar, con una fantástica vuelta rápida el sábado que le otorgó una posición clave para la carrera. Que perdió en la salida… Con Rosberg por delante, con la estrategia en boxes a su favor, para el británico otra victoria del alemán hubiera resultado demoledora deportiva y psicológicamente. Pero el británico mantuvo, de nuevo, el equilibrio y no perdió los papeles. Fue su compañero de equipo…

Hamilton ataca, Rosberg falla

Poco a poco, comenzó a recortar a Nico Rosberg la ventaja lograda  por el alemán sin cometer errores ni precipitarse. Sin duda, era el más rápido durante todo el fin de semana y lo demostró también durante la prueba.. «Le puse presión, lo hice algunas carreras,  y pareció no gustarle, así que lo hice de nuevo, y funcionó…».  Sorprendía que el piloto unánimemente considerado como el más cerebral de los dos fallara en dos ocasiones, dos frenadas, y también dos veces seguidas. En Spa y también en Monza. Veintidós puntos separan a ambos pilotos, no pudo haber mejor resultado para mantener abierta la lucha por el título. Hay victorias más brillantes que otras, y la Lewis Hamilton  Italia fue estaba entre las primeras. 

En cuanto a Ferrari,  tampoco podía encontrarse peor y más cruel escenario para  exhibir su fallida la respuesta al nuevo ciclo técnico e histórico de la Fórmula 1. Ni velocidad punta, ni prestaciones, ni rendimiento aerodinámico. ¿Peor imposible? Alonso llevaba 86 carreras sin abandonar pero  hasta la fiabilidad, hasta uno de los puntos fuertes de Ferrari estos años  traicionó piloto español, la fiabilidad,  le permitió cruzar la bandera a cuadros. Incluso el equipo había perdido todas las batallas estratégicas con otros rivales tras las paradas en boxes. 

Nuevo fracaso de Ferrari

Monza era el peor circuito de la temporada, a priori, para Ferrari. Pero resulta legítimo pensar que, con semejante diferencial de rendimiento frente a Mercedes, cabe preguntarse si el equipo italiano podrá permitir luchar al español por el tercer título en 2015. Con el margen de progresión que también aplicará el fabricante alemán a sus monoplazas, esa continuidad que Alonso ha declarado mantener con Ferrari para el futuro  durante las jornadas previas al gran premio italiano más bien parece una hipoteca que una apuesta. El tiempo lo dirá.

Al final de la prueba, de nuevo volvía a resultar fascinante vivir la recta de Monza invadida por  la afición más apasionada del mundo. A pesar de la debacle de su equipo, una gigantesca bandera con el escudo de Ferrari era portada por decenas de aficionados a través de la pista. Ninguno de sus pilotos estaba en el podio. Ni siquiera entre los cinco clasificados. Por ellos es por quienes realmente había que sentir semejante debacle. Porque hay derrotas más crueles que otras, y la de Ferrari en el Gran Premio de Italia fue una de las peores.