comscore

La justicia y el alivio… de los mejores

La fiabilidad mecánica golpeó a Lewis Hamilton en la primera carrera en Australia y lo hizo en la última con Nico Rosberg. Entre medias se vivió un intenso duelo con diferentes alternativas entre ambos en el que finalmente ganó el mejor. Y en este intenso recorrido, Mercedes ha igualado a McLaren en 1988 como el equipo más dominador en  la historia de la Fórmula 1.

Parecía un plan establecido para desestabilizar a Lewis Hamilton. Con sus declaraciones, Rosberg concentraba la atención  en su rival, acudiendo a los fantasmas del pasado, a una hipotética vulnerabilidad del británico en los momentos de presión, al error de Brasil, a la victoria en la lucha de la parrilla el sábado…

Muchos le siguieron. Pero fue precisamente el alemán quien cayó en todos los extremos. Porque fue su esquina la que recibió el golpe de la presión. Arrancó mal y ya empezó el Gran Premio de Abu Dhabi con el pie cambiado. La mecánica, que le deparaba ventaja en abandonos frente a Hamilton, también le traicionó.

Hamilton, mejor durante todo el año

Al final de año, tres golpes mecánicos a cada uno en carrera equilibraron la balanza. Pero si Hamilton llegó a Yas Marina con un mejor margen de maniobra, fue porque logró imponerse a su rival en momentos clave durante la temporada. En Barhein y en Barcelona, Rosberg no pudo superar a su rival cuando estuvo pegado a su rueda hasta la meta. 

Hamilton batió en momentos cruciales al alemán, como en Monza, Austin o Japón, con adelantamientos directos que Rosberg no fue capaz de realizar en pista. Cuando lo intentó con agresividad, como en Spa, eliminó a su directo rival. Cuando se la jugó en la salida, como en Sochi, falló.

Hamilton también supo recuperarse de los obstáculos que la mecánica le interpuso en los entrenamientos de Alemania y Hungría. También de sus propios errores el sábado, como en Silverstone y Austria. El británico ha mostrado una gran evolución personal, con una madurez emocional y mental clave para su rendimiento deportivo. La última carrera de la temporada  simplemente puso el sello de certificación.

Éxito extraordinario de Mercedes

Por su parte, Mercedes ha logrado un éxito extraordinario en lo técnico y lo deportivo. El calibre de su ventaja es tal, que no resulta descabellado afirmar que se mantendrá en 2015 aunque los rivales puedan recortar diferencias.

Para Fernando Alonso y Ferrari acaba un ciclo de su vida deportiva, y de la forma más descorazonadora. Porque  aunque desde el verano el equipo italiano se haya concentrado en el desarrollo del próximo monoplaza, la imagen de las últimas carreras ha sido patética por agónica. Solo cabía preguntarse desde dónde partieron en Yas Marina los dos monoplazas de Red Bull, y dónde terminaron en relación a Ferrari. Hasta McLaren ha terminado por delante del equipo italiano en la pista, cuando no lo hacía durante gran parte de la temporada.

Ferrari no estuvo a la altura de Alonso

«Primero el director deportivo, luego el presidente, ahora yo…». Si aderezamos la sentencia del piloto español con la imagen de los monoplazas italianos en estas última carreras, se dibuja un nuevo, pero también incierto y difícil futuro para Ferrari. Tras cinco años de matrimonio, quedó claro que Alonso se marchaba porque la Scuderia, el equipo más legendario de la historia, aquel que ha participado en todas  las carreras, no ha podido estar a la altura de su piloto.  Era un año de nuevo reglamento, de nuevos monoplazas y motores para empezar de cero con nuevos y oxigenadas oportunidades al comenzar 2014. Al terminarlo, la Scuderia se ha desmembrado hasta el punto de que ni siquiera Marco Mattiaci seguirá en su puesto

Se comprende entonces que Fernando Alonso y su 'alivio' por decir adiós a la Scuderia sean la mejor fotografía de un año para olvidar. No pudo ser. Un español no logrará un título con Ferrari. Al menos, en mucho, mucho tiempo.