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Colorín colorado, este cuento todavía no se ha acabado

Terminó otra nueva temporada en la historia de la Fórmula 1 que, sin embargo, no fue nueva en absoluto respecto a 2014. Porque Mercedes  siguió manteniendo inalterado su dominio del pasado campeonato.  Es más, incluso lo ha incrementado con cifras históricas, ya que ha logrando en 2015 casi el 85 por ciento de los puntos disponibles, superando la cifra de McLaren/Honda en 1988.

Solo Ferrari ha logrado inquietar al fabricante alemán, pero de manera puntual, como en Malasia o Singapur. El salto cualitativo de la Scuderia le ha permitido superar a Williams y Red Bull, pero queda por ver si en Maranello son capaces de situarse en igualdad de condiciones en 2016. Visto el rendimiento del W06 en este final de temporada, creer en ello es por ahora solo cuestión de fe y no de referencias reales en la pista. Porque a cada movimiento de progresión de los rivales, Mercedes ha respondido elevando el listón, como también ha sido el caso esta temporada desde Monza. Habrá que comprobar si el equipo alemán ha alcanzado su techo, o sigue moviendo las referencias a sus rivales.

Hamilton acaba con sensación de derrota

No resulta usual, sin embargo que un piloto que ha dominado el campeonato con la majestuosidad de Lewis Hamilton  termine la temporada con semejante sensación de derrota. Habría que remontarse a Nigel Mansell en 1992, aunque por razones diferentes. Y si el ya campeón del mundo llegaba a Abu Dhabi  motivado para ganar tras la derrota de Brasil, Nico Rosberg le inflingió otra más dura si cabe, que habrá dejado a Hamilton rascándose la cabeza para el próximo año. Porque no ha tenido respuesta a la reacción de su rival en estas últimas carreras. Y con esta sensación pasará el invierno

Seis poles y tres victorias consecutivas fue el  sorprendente balance a  favor del alemán en esta recta final. Pero en Yas Marina, el correctivo fue más humillante si cabe. Cuatro décimas el sábado, y dominio total en carrera. «Aceptamos las críticas y le dimos (a Hamilton) todas las opciones estratégicas (que deseara) y el neumático a elegir», explicaba con cierta sorna Toto Wolff al final de la prueba. Si el británico había criticado al equipo en Interlagos por esa falta de libertad, en esta ocasión Mercedes se la concedió totalmente. Pero Hamilton no supo o no pudo aprovecharla. «Irse al invierno así es increíble», reconocía Rosberg, quien lograba un oxígeno psicológico para el próximo año que ha dejado a su rival ciertamente descolocado.

En McLaren, punto y final a la pesadilla

Para Fernando Alonso y Jenson Button por fin terminó una verdadera pesadilla deportiva y psicológica, que puso a prueba el temple de sus pilotos y la capacidad de reacción de Honda  y McLaren. Todo indica que el MP4-30 ha mejorado en esta recta final de la temporada, como se pudo comprobar en Yas Marina, donde el monoplaza británico incorporaba numerosas novedades para 2016.

Pero falta comprobar hasta qué punto el fabricante japonés sabrá y podrá corregir el tiro para la próxima temporada. Por un lado,  cometió el error de entrar en competición con un proyecto en pañales técnicos, un desembarco que quizás debía haberse llevado a cabo más tarde. Intentar evolucionar una tecnología enfrentándose directamente a los rivales en el asfalto  ha tenido un soberbio coste en términos de imagen. Y, además, Honda tampoco acertó con soluciones teóricamente revolucionarias que ahora se intenta corregir a toda prisa.

En cuanto a Fernando Alonso, el Gran Premio de Abu Dhabi fue otro fiel reflejo de tan cruda temporada. Cuatro paradas en boxes, sanciones, carrera en solitario desde la última posición… Todo un ejercicio de humildad y perseverancia el que tuvo que derrochar Alonso, como también ha sido el caso para Jenson Button en 2015. Ojala semejante experiencia  sea el punto de arranque de un futuro competitivo y brillante. Quizás entonces esta dramática temporada adquiera otro sentido. De momento, ha sido un gran fracaso.

Carlos Sainz dominó a Verstappen

Afortunadamente, para Carlos Sainz su debut en la Fórmula 1 ha terminado brillantemente, libre de problemas mecánicos. Aunque un error del equipo al parar en boxes le impidiera ese fin de semana completo que tanto buscaba, y que le impidió terminar su última carrera dentro de los puntos.

Pero en esta última cita el piloto español superó totalmente a Max Verstappen cuando mejor valorado está el piloto holandés en el mercado. Con su victoria final en los parciales de entrenamientos (10-9), su agresividad en carrera (recordemos Singapur, Sochi o Austin), Sainz se ha consolidado en la Fórmula 1 como una gran promesa, al igual que su compañero holandés. Si el duelo este años ha sido apasionante -aunque lastrado para Sainz por la mecánica- en 2016 promete ser todavía más intenso si cabe.

Afortunadamente, el cuento de la Fórmula 1 en 2015 no ha terminado. Quedan abiertos muchos alicientes y desafíos para la próxima temporada.