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Fernando Alonso. Cuando más de lo mismo ya no es lo mismo

Desde hacía semanas se avisaba que Spa y Monza serían las peores pistas del campeonato para McLaren. Como si el resto (salvo Mónaco y Hungría, por razones obvias) hubieran sido mejores. «Las esperanzas son las de hacer otro  test y seguir mejorando,  cada fin de semana,  lo repetimos y cada jueves del siguiente nos desesperamos un poco viendo las perspectivas», anticipaba Fernando Alonso antes del Gran Premio de Italia. «Esto es de puertas para fuera, como digo, yo, pero de puertas hacia dentro el plan de aquí al final de año es muy claro, está bien marcado: hay carreras que son un poco regulares para nosotros, y otras en las que tenemos mas esperanzas de poder puntuar. Intentaremos aprovechar cada fin de semana de la mejor manera posible. Como digo, este será otro buen test».

¿El balance? Alonso perdía 16, 21 y 8 kilómetros por hora respecto a la velocidad máxima de los tres sectores en los entrenamientos clasificatorios. Casi tres segundos  frente a Mercedes el sábado. Doblado en la vuelta 35 de la carrera. Abandono por avería mecánica. El balance de Jenson Button, salvo llevar el coche a la meta el domingo, fue igual.

Falta mucha potencia

Es la falta de progresión la que está crucificando públicamente al equipo británico. Y, más concretamente, a Honda, a quien Alonso señaló directamente este fin de semana en varias ocasiones. «El chasis que tenemos es uno de los mejores de la parrilla, los datos de GPS así lo demuestran. En Spa, por ejemplo, era el segundo mejor después de Red Bull, así que tenemos un déficit importante de potencia, y es aquí donde tenemos que centrarnos» explicaba el jueves. «Nuestra velocidad en curva es comparable a los mejores equipos en nuestras estimaciones, sabemos que necesitamos encontrar soluciones en la potencia y estamos progresando, y tengo confianza en que las cosas mejoras rápidamente».

Ya con los datos en la mano, el sábado fue más directo. «En un circuito que tiene seis curvas, en las mediciones de GPS perdemos seis décimas en esas seis curvas. El  resto (de lo que se pierde), hay que encontrarlo en las rectas, donde vamos a fondo y con el volante recto, así que no es mucho lo que podemos hacer. Falta mucha potencia clave».

Con el espectacular rendimiento de Mercedes y su última evolución de propulsor en Monza, base para 2016, para Fernando Alonso, McLaren y Honda ya no se trata de dónde están esta temporada, sino cuál será su nivel de competitividad la próxima.  A día de hoy resulta poco realista apostar a que lucharán por el próximo título.  En un mundo de resultados inmediatos por mucho que se enmarque el proyecto a largo plazo, ojala el Gran Premio de Singapur sea un golpe de oxígeno ante la tremenda presión en la que vive McLaren. McLaren lo necesita tanto como el respirar.