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Alonso. Ni siquiera en Singapur

Muy poca fiabilidad

«Nos queda mucho por mejorar, no solo de velocidad o de características del coche, también de fiabilidad. Tenemos muchos deberes para el invierno y ojalá esas carreras que quedan nos lleven en la dirección correcta». Ninguno de los dos McLaren consiguió terminar el Gran Premio de Malasia en el trazado, se suponía, más favorable en el último tercio de la temporada. Este es el panorama actual, que hace temer incluso por el nivel que puedan alcanzar McLaren y Honda la próxima temporada. «Ahora tenemos el mismo kilometraje que Mercedes en Australia, por lo que todavía estamos en los test de invierno. Estos problemas no deberían ocurrir en la decimotercera carrera, estamos un poco por detrás del grupo».

Este parece el gran problema. Porque es cierto que desde dentro del equipo se habla de progresión, pero resulta imposible apreciarla hacia el exterior. Fue un espejismo ver a Fernando Alonso terminar a ocho décimas del mejor tiempo en la última sesión del viernes. «El coche tiene novedades aerodinámicas en el ala delantera, detrás también, pero lo que más ha cambiado es el circuito, con 23 curvas y pocas rectas, nuestro déficit de motor es menor en otros trazados y podemos estar más arriba», explicaba antes de afrontar los entrenamientos clasificatorios, donde se esperaba algo más del Mp4-30.

Un GP amargo pese a ser uno de sus favoritos

Marina Bay es uno de los mejores circuitos para Fernando Alonso. Dos victorias, cinco podios, siempre en los puntos desde 2008, y nunca peor de la cuarta posición en la meta. Sin embargo, ni pudo entrar en el Q3. Salvo milagro, no lo hará en toda la temporada. Y además, «el coche iba mejor en crono que en carrera, a decir verdad. Al final, los dos coches nos hemos retirado con el mismo problema y una pena, porque era un circuito en el que íbamos un poco más rápido que en los anteriores».

«Se ha visto que me he retirado cuando estaba en los puntos, y Jenson también. Era real, era una carrera en la que podíamos puntuar si todo salía bien», recordaba un resignado Alonso tras la carrera, magro consuelo que no podía ocultar que Singapur fue el enésimo fracaso de la temporada para McLaren. Ni siquiera fiabilidad.

Este es el bagaje con el que llega McLaren y Fernando Alonso a Suzuka, jugando en casa para Honda. «Siempre hay sorpresas en Japón, el circuito es muy divertido de conducir, así que ese es el primer punto positivo: intentar disfrutar Suzuka». Da la sensación de que divertirse será lo último que pueda hacer Alonso con McLaren en el Gran Premio de Japón. Salvo que Honda nos depare alguna sorpresa positiva. Que cuesta creerlo.